"Señor, escucha mi oración,  que mi grito llegue hasta ti"..."Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti, no me escondas tu rostro el día de la desgracia. Inclina tu oído hacia mi; cuando te invoco, escúchame enseguida"...Salmo 101.

Martes 23 de Marzo del 2021

HAS CENTRO DE TU VIDA A JESUS. EL ES LA VERDADERA FUENTE DE VIDA Y EL ALIMENTO INDISPENSABLE PARA VIVIR.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 21-30 podemos apreciar que entre Jesús y los Fariseos se siguen desarrollando grandes controversias debido a los criterios equivocados de los segundos;  pues se mantenían cerrados e incrédulos, debido a la rigidez con que querían manejar los asuntos religiosos y las leyes.

Jesús no deja de insistir que Él es el Mesías esperado y por tanto, no hace nada por su propia cuenta sino que responde a la voluntad de su Padre Dios.

Si. Y es que no podemos conocer, sentir y vivir que estamos siguiendo el camino correcto,  sino vencemos el pecado y la muerte.

Jesús hoy nos lo dice con toda claridad: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto; ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Yo les dije que morirán en sus pecados. Si no creen que Yo Soy, morirán por sus pecados". Jn 8, 23-24.

Como lo hemos visto a lo largo de su vida , Él nos viene demostrando que todo lo que hace, lo hace en función del Padre Dios  hasta cuando  llegue a ser levantado en la cruz.

Y es en ella, la cruz, donde su misión salvífica cobra sentido. 

La cruz es el signo del Amor  de Dios al hombre porque Él, entrega a su Hijo como la fuente de vida y de liberación de todos nosotros pecados.

Por ello, las Palabras de Jesús a los Fariseos es contundente no solo para ellos, sino también para nosotros hoy; porque quien se encierra en sus criterios y no mira por encima del saber del mundo, nunca superará los egoísmos, las avaricias, las vanidades, las apariencias y no podrá comprender el verdadero sentido de la vida.

Hoy todos los hombres sin excepción estamos llamados a la conversión, es decir, a volver el corazón a Dios.

Si. Estamos  invitados a creer que Jesús es el Hijo Único de Dios, el Enviado que nos invita a tener vida abundante.

Creer en Jesús significa hacerlo el Centro de nuestras vidas. Porque Él es el verdadero alimento que es indispensable para vivir.

Por lo tanto, unámonos a Él, en una verdadera relación de Fe y de Amor.

Preguntémonos: ¿Quién es Jesús para mi?, ¿Jesús es solo un nombre, una idea, o un personaje de la historia? ¿Creemos que Jesús es la persona que nos ama y que fue capaz de dar su vida por la humanidad? ¿Qué hago yo para conocer a Jesús y seguirle?

Estamos en la última semana de la Cuaresma y es ésta, una oportunidad de buscar en Jesús nuestro auxilio pero con decisión y con una sincera reconciliación.

NO PERDAMOS ESTA OPORTUNIDAD

MUCHOS ESTAN ANCIOSOS DE CONOCER EL AMOR DE DIOS, TU Y YO TENEMOS LA RESPONSABILIDAD COMO DICIPULOS DE JESUS DE LLEVARLES EL MENSAJE DEL AMOR.