domingo, marzo 14, 2021

 *"Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti"*..."Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión; en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras"...Salmo 136.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 14 de Marzo del 2021

JESUS NOS A TRAIDO LA VIDA NUEV COMO SEÑAL DE VICTORIA SOBRE EL PECADO.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 3,14-21, nos narra una parte del diálogo que Jesús sostiene con Nicodemo, un hombre del sanedrín que salió por la noche en su búsqueda, para no ser descubierto por nadie.

Esa salida de él por la noche  nos permite darle varios significados; pero hoy nos centraremos en lo que significa la *oscuridad* como también en el momento propicio para tener con Dios nuestra *intimidad*.

Veamos: Nicodemo busca en la noche a Jesús para no ser descubierto. Cuando vivimos momentos oscuros en nuestras vidas, en ella surge la Luz de aquello que más amamos y nos afanamos en lograrlo hasta encontrarlo. Por tanto, es este el hilo conductor del Evangelio de hoy. 

Como lo dice la narración del Evangelio de Jn 3, 1-15, al llegar a vivir el encuentro con Jesús, Nicodemo le dice: *"Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él"* entonces, Jesús le respondió: *" Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el Reino de Dios"* Jn 3, 2-3.

Jesús centra su respuesta en la salvación que ha venido a traer. *La nueva vida* que es una victoria sobre el pecado y un participar en la misma vida de Dios. 

Él le da a entender que no se trata sólo de cumplir la ley, sino de vivir una nueva vida. 

Nicodemo no le entiende a Jesús como hoy muchos de nosotros aún nos cuesta entender lo que significa *Nacer de nuevo, nacer del agua y del espíritu*.

Como lo podemos apreciar en el contexto del Evangelio, el clima de la conversación es afable y respetuosa, pero al mismo tiempo exigente.

Pues se imponía la necesidad de una conversación sincera, sin discusiones apasionadas, con buena voluntad, y llegando al fondo, para aclarar todo lo que allí, se había suscitado.

La respuesta de Jesús: *"En verdad, en verdad te digo, que si uno no naces de nuevo, no puedes ver el Reino de Dios"* se centra en la salvación que Él, ha venido a traer a toda la humanidad. 

La nueva vida es una victoria sobre el pecado y un participar en la misma vida de Dios.

No se trata sólo de cumplir la ley, sino de vivir una nueva vida, que viene de lo alto y que a la vez  nos permite cumplir la ley humana. 

Es patente la dificultad de Nicodemo como también,  la que vive mucha gente hoy para poder entender las palabras de Jesús.

*"¿Cómo puede ser esto?"* Entonces Jesús emplea unas palabras aparentemente duras. Le dice  *"¿Tú eres maestro de Israel y lo ignoras?"* Con esta respuesta le da a entender que no basta toda la ciencia de un maestro de Israel, ni siquiera la buena voluntad; sino que se hace necesario superar las barrera para llegar a la vida nueva.

Él le anuncia lo que le espera: *vivir el sacrificio de la cruz*; y le aclarará que ahí está la raíz del rechazo de sus amigos fariseos y del conjunto del Sanedrín; como también, las de muchos de nosotros hoy; quienes necesitan convertirse con humildad y rechazar el pecado.

Jesús,  una vez más le dice a Nicodemo:  *"En verdad, en verdad te digo que hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os he hablado de cosas terrenas y no creéis, ¿Cómo ibais a creer si os hablara de cosas celestiales? Pues nadie ha subido al Cielo, sino el que bajó del Cielo, el Hijo del Hombre. Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es preciso que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga vida eterna en él"* 

A la luz de esta hermosa experiencia de Nicodemo que nos narra este maravilloso encuentro con Jesús, les invito a que nos dispongamos a decirle al Señor estas palabras:

*"Señor, tú sabes bien qué hay dentro de mi alma. Sabes lo que sufro, conoces lo que me está causando tanto dolor. Yo solo no puedo sin tu ayuda. Necesito tu luz, tu gracia, tu fuerza y tu cercanía"*

Miremos que siempre en nuestras noches oscuras resplandece la Luz del Salvador del Mundo: Jesucristo.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:53 a.m. | Permalink |


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