jueves, marzo 04, 2021

"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor "..."Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche "...Salmo 1.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 4 de Marzo del 2021

ESTAMOS INVITADOS HOY A RECONOCER EN EL ROSTRO SUFRIENTE DEL NECESITADO EL ROSTRO DE CRISTO.

Hoy el Evangelio tomado de Lc 16, 19-31 nos presenta la parábola del hombre rico Epulón y el pobre Lázaro.

Un relato que se refiere a lo que se vive en la vida terrenal y la vida después de la muerte.

En esta parábola, como lo leemos intervienen dos(2) personajes muy distintos.  Un rico que vivía en su aposento lleno de comodidades y vanidades; y, un pobre que pasaba hambre y necesidades; pues deambula por las calles de ese pueblo, destapando las canecas de la basura y sentándose en las aceras para comer lo poco que recogía de estas.

Miremos nuestro tiempo  de hoy:

Esta misma situación se sigue repitiendo a lo largo de los tiempos; y hoy la palpamos en nuestros pueblos y ciudades.

Si, muchos de nosotros apegados a las comodidades y riquezas materiales, nos vamos enredando y  olvidándonos de Dios. 

Por otra parte, vemos a aquellos (porque así los llamamos), nuestros hermanos, con quienes convivimos y con los que conformamos una misma sociedad,  viviendo en circunstancias adversas debido al abandono injusto que le hemos dado. 

Es que vivimos apegados al consumismo; y como nos podemos dar cuenta, nada nos satisface hasta el punto, que queremos vivir la vanidad e ir al ritmo de la moda y la tecnología; puesto que cambiamos constantemente  de modelo de carros, teléfonos y otros elementos, por seguir anuncios y querer estar al día en la tecnología. Nos cerramos y nos centramos a nuestros criterios y principios.

Pero...Hoy hemos recibido una nueva invitación del mismo Jesús: abrir las puertas de nuestros corazones a los que viven necesitados aunque sean unas personas desconocidas para nosotros.

Si, esa es una de las invitaciones que nos hace este tiempo de la Cuaresma: Reconocer en un pobre o necesitado el rostro sufriente de Cristo.

Estamos invitados hoy a dejar a un lado las apariencias ya que estas nos llevan a vivir un vacío interior. Con ellas nos sentimos esclavos y prisioneros de los apegos materiales y al dinero, hasta llegar a sentirnos ciegos.

Tenemos pues hoy este Evangelio para leerlo muy serenamente, meditarlo y reflexionarlo, pues es como un fuerte llamado a nosotros para que podamos vivir en constante unión fraterna y en donación con los que son próximos a nosotros.  Si cerramos el corazón al hermano que sufre y pasa hambre, también le cerramos el corazón a Dios.

Seamos Misericordiosos como nuestro Padre Dios es Misericordioso con nosotros

LLEVEMOS EL MENSAJE DE LA SALVACION A TODOS LOS LUGARES DONDE NOS ENCONTREMOS Y HAGAMOS VIVIR LA ALEGRIA QUE ESTE NOS OFRECE ENTRE TODAS LAS GENTES.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:35 a.m. | Permalink |


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