"Sálvame, Señor, por tu Misericordia "..."Sacarme de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás"...Salmo 30.

Miércoles 3 de Marzo del 2021

JESUS NOS PREVIENE ANTE LOS DESEOS DEL MUNDO PARA QUE NO CAIGAMOS EN LA TRAMPA. ES NECESARIO SERVIR CON AMOR.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 20, 17-28 nos invita a la reflexión a cerca de los privilegios que nos merecemos por estar cerca de Jesús; razón esta por la cual que nos ha de llevar a ser escogidos y tenidos en cuenta para ocupar puestos de privilegio. 

Es importante que hoy nos miremos con toda sinceridad nuestras vidas y hagamos un discernimiento de todo lo que hemos descubierto y que nos ha brindado Jesús para ser lo que somos hoy. 

Recordemos que fue Jesús quien se acercó a nosotros un día en la orilla de nuestro mar de Galilea donde todo era confuso y diferente. Y nos invitó a subirnos a su barca para con Él, navegar mar adentro para así,  vivir el mismo objetivo: Llegar a la otra orilla. 

En el trayecto Jesús nos  expone en dos ocasiones que: "El Hijo del Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los letrados y lo condenaran a muerte y lo entregarán a los gentiles para que lo maltraten, lo azoten y lo crucifiquen. Al tercer día Resucitará" Mt 20, 18-19.

Se trata de un viaje. El viaje al que estamos invitados. Es una travesía entre la Galilea y Jerusalén. En todo viaje, no todo es fácil a pesar que  junto a nosotros  va el Hijo de Dios en la misma barca.

En ese mar de la vida, como conocemos, siempre  existirán las dificultades, los desafíos y las luchas que tenemos que enfrentar y  superar para lograr la meta soñada. 

Pero...Jesús antes de que todos arribemos al puerto, como lo vemos en los versículos anteriores, anuncia su pasión y su muerte. Y entonces,  nos llegan las dudas y hasta los desencantos.

Preguntémonos: ¿Qué pensaríamos hoy nosotros respecto a ese final? ¿Se nos escogerá el corazón y pensaremos en el lío que nos hemos metido? ¿Pensaremos renunciar al llegar a la otra orilla para no ser torturado, maltratado e insultado y llevado al suplicio de la muerte?, ¿o, nos dejamos llevar por nuestros pensamientos egoístas y pedimos a Jesús que nos tenga en cuenta para que nos asigne los mejores puestos en su reinado? Miren, así lo hizo la madre de Santiago y de Juan quien se le acercó a hacerle esa petición. 

Jesús nos responde con toda claridad y autoridad hoy: "Quien de ustedes quiera llegar a ser grande que se haga servidor de los demás, y quien quiera ser el primero, se haga servidor de los demás. " Mt 20, 26-27.

Hoy como ayer Jesús rechaza los deseos mundanos y nos previene como sus discípulos a no caer en esa trampa. Quienes seguimos a Jesús estamos siempre dispuestos a SERVIR DE CORAZÓN incluso, aunque no alcancemos esas metas humanas soñadas.

No pensemos en los privilegios por "Ser unos de los mejores cristianos o ser justos ante las desdichas de los demás". 

Nuestro camino es Jesucristo y junto con Él, hemos de beber el cáliz de su pasión y su muerte si fuese necesario.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a amar y a servir a los más pobres y necesitados como lo hizo Él. 

LLEVAR EL AMOR Y LA ALEGRIA A TODOS ES NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO SEGUIDORES DE JESUS. NO TENGAMOS MIEDO.