"Recuerda Señor, tú ternura "..."Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: has que camine con lealtad; enséñame, porque tu eres mi Dios y Salvador "...Salmo 24.

Martes 9 de Marzo del 2021

EL PERDON ES EL REQUISITO MAS INDISPENSABLE PARA NUESTRA VIDA Y DE ELLO, HAY QUE DARLE CUENTA A DIOS.

Hoy el Evangelio tomado de Mt 18, 21-35 tiene como tema central El Perdón y la Reconciliación.

Hoy en el mundo vivimos en una sociedad que reclama permanentemente muchos derechos, pero, nos damos cuenta, que en ella, a pesar de esa exigencia, se viene perdiendo el respeto hacia los demás. 

Si, exigimos con manifestaciones y gritos por las calles de nuestros barrios y ciudades muchos derechos, pero, en el fondo nos sentimos resentidos y no demostramos que no hay paciencia para vivir de verdad en una fraterna y  constante reconciliación. 

La deuda se considera como una obligación esclavizante que es producto de la insuficiencia o insolvencia. 

En el Evangelio Jesús cita una parábola muy sabia en la que nos quiere enseñar a que nos demos cuenta del Amor sin medidas que Dios nos da y que a pesar de todas las circunstancias, siempre esta abierto a la reconciliación y al perdón. Pero, esa gratuidad de Dios nos exige a nosotros la Compasión y la Misericordia

Cabe hoy preguntarnos: ¿En las diferentes circunstancias  de la vida estamos teniendo esos sentimientos que nos muestra Jesús frente al perdón y la reconciliación? ¿Estamos dispuestos a reaccionar para pedir de corazón disculpas a quienes maltratamos con hechos y con palabras? 

El Amor que nos muestra Dios es incomparable e incondicional. Él nos ofrece su Misericordia para que también nosotros podamos hacer lo mismo con los demás, por lo tanto, somos instrumentos de su Misericordia y de su Perdón.

Será que hoy también estamos preguntándole a Jesús con la misma pregunta de Pedro: ¿Señor, si mi hermano me ofende, ¿Cuántas veces tengo que perdonarle?, ¿hasta siete veces? Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" Mt 18, 21.

Jesús no nos hace ver que perdonar sea algo fácil, sino que nos hace ver que es un requisito indispensable para nuestra vida y de ello, hay que darle cuentas a Dios 

Cuando recemos el Padre Nuestro hagamos cumplir esa gran realidad: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden". No sigamos aplicando lo que se ha llamado la ley del embudo: Lo ancho para nosotros y lo estrecho para los demás.

Comprometámonos a ser signos del verdadero perdón  y pongámonos en salida para perdonar a quienes nos están causando dolor y disgustos. 

Pidámosle: Señor toma mi corazón de piedra y cámbiamelo por uno de hombre para amarte y viva la alegría sin límites que tú me das.

SEAMOS LOS INSTRUMENTOS DE LA SALVACION EN TODOS LOS LUGARES DONDE NOS ENCONTREMOS. MOSTREMOS EL ROSTRO DE CRISTO QUE ES AMOR Y RECONCILIACION.