"Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad"..."Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti"...Salmo 85.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 20 de Febrero del 2021
EXPERIMENTEMOS LA TERNURA DE JESUS Y SU VOLUNTAD DE SALVARNOS. ATENDAMOS SU LLAMADO.
El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 27-32, nos relata la llamada de uno de los discípulo de Jesús: Leví, un publicano que se dedicaba al cobro de los tributos o impuestos para las autoridades romanas.
Jesús, mientras enseñaba a la multitud que le seguía, lo vio sentado en la oficina de los tributos, se le acerca y le dice: "Sígueme"; él dejándolo todo, se levantó y le siguió. Lc 5, 27-28.
Fue sorprendente seguramente para muchos de sus amigos la actitud de Levi porque no sabían lo que le pasaba. Él, decidió dejarlo todo para atender el llamado y seguirle sin condiciones; pero, como lo narra el Evangelio, él, le abre las puertas de su casa a Jesús y a sus discípulos ofreciendo un banquete de despedida e invita un número de recaudadores y a otras personas.
Pero no hacían falta las críticas dañinas de los Fariseos y Escribas que observaban la escena al ver a Jesús sentado en la mesa junto a los pecadores corruptos que eran rechazados por la comunidad.
Jesús les dice: "No tienen necesidad del médico los que tienen buena salud, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan" Lc 5, 31-32.
Jesús invita al seguimiento y nada se le interpone ante su Amor.
Al sentarse junto a Leví y sus amigos tiene un significado: Quiere compartir la misma mesa y hacer comunión mediante el arrepentimiento y el perdón.
Y ese es Jesús: Reconoce los límites y las debilidades, abriendo la puerta a una renovación profunda.
Y es que la salvación entra al corazón cuando nos disponemos a abrirnos a la verdad y reconocemos nuestras equivocaciones.
Desde ese momento podemos experimentar la ternura y la voluntad de Jesús por salvarnos.
Que lección nos enseña hoy Leví a quien posteriormente Jesús le llamó Mateo. Él se dio cuenta que nada en la vida puede compararse con el Tesoro Escondido que ofrecía su Salvador.
Agradezcámosle hoy a Jesús por su constante invitación que nos hace para que le sigamos sin condiciones y sueltos de los placeres y riquezas que ofrece el mundo.
JESUS NOS LLAMA A SER SIGNOS DE SU AMOR INCONDICIONAL ENTRE TODOS LOS QUE NOS RODEAN. ATREVAMONOS A INVITAR A MUCHOS A CONOCERLE Y SEGUIRLE