"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"..."Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión con los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche "...Salmo 1.

Jueves 18 de Febrero del 2021

JESUS NOS PIDE QUE NO NOS DESANIMEMOS AL CARGAR NUESTRAS CRUCES, ELLAS, NOS HAN DE LLEVAR A ENCONTRAR LA RESURRECCION.

En el día de ayer (miércoles de cenizas) la Iglesia da inicio al tiemplo de la Cuaresma, es decir, un tiempo de preparación y de reflexión para renovar y transformar nuestras vidas y así, limpios de corazón y de espíritu, seguir avanzando por el verdadero camino al que nos invita el Salvador. 

Pues bien. Hoy en el Evangelio de Lc 9, 22-25, Jesús nos dice: "El que quiera seguirme, niéguese así mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque quien pierda su vida por mi, ése la salvará" Lc 9, 23-24.

Quien lee someramente este Evangelio puede entender que es una locura seguir a Jesús. Y no están errados, porque quien sigue al Salvador experimenta que a través de la vivencia de la Fe, la oración, los sacramentos, como también, el ejemplo que nos han dejado muchos hombres que han tenido una vida virtuosa,  se logra la paz, la felicidad  y el deseo de tener una vida diferente y llena de la gracia de Dios. Él  siempre que Él nos llama a manifestar su Misericordia hacia los más necesitados del amor.

Jesús nos pide RENUNCIAR A SI MISMO y NO TENERLE TEMOR A LAS CRUCES DE CADA DIA.

Y he ahí la locura de seguir a Jesús. Porque seguirle es una lucha de cada día y no se puede siquiera pensar que ese logro se alcanza con un soplo o en un corto tiempo. 

Quien logra ir palpando ese encuentro verdadero con Jesús no puede pensar que los defectos se han ido, ni ya el pecado ha sido erradicado o vencido, NO. Estos lo tendremos a diario.

Para vivir este Encuentro y el Verdadero seguimiento al Salvador, requiere ESFUERZOS y TRABAJO CONSTANTE, es decir, luchar cada día cargando la Cruz y aunque pese mucho. Si, se requiere voluntad y decisiones firmes; es tomarla y cargarla en nuestros hombros aunque nos duela el alma.

Miremos: El seguimiento a Jesús no es a medias. Consiste en negarse y así, seguir sus pasos.

Recordemos: La cruz nos lleva a vivir la experiencia de la Resurrección.

¡¡¡Atrévete!!!

ESTAMOS LLAMADOS A IR DE PUEBLO EN PUEBLO, DE CIUDAD EN CIUDAD Y HASTA EN NUESTRAS PROPIAS FAMILIAS A ANUNCIAR LA MISERICORDIA DE DIOS.