"Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec"..."Oráculo del Señor a mi Señor: " Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies"...Salmo 109.

Miércoles, 20 de Enero del 2021

JESUS NOS PIDE QUE NOS COLOQUEMOS AL SERVICIO DE LA VIDA HACIENDO EL BIEN Y SALVANDO A TODOS LOS QUE SE ENCUENTRAN EN CAMINOS DE LA MUERTE.

Hoy el Evangelio tomado de Mc 3, 1-6, nos relata uno de los milagros que hizo Jesús:  La curación del hombre que tenía la mano paralizada y que no podía extenderla.

Jesús enseñaba en la Sinagoga y era día sábado; día que era considerado por las normas judías como de descanso; y por lo tanto, prohibido para realizar cualquier actividad, porque era el día que estaba consagrado al Señor. 

Jesús venía siendo espiado por los Fariseos y las autoridades religiosas para acusarlo por estar contraviniendo la ley y lo llamaban Blasfemo.

Él, a pesar de todas las controversias y dificultades sigue su Misión con Confianza, Seguridad y Libertad así, le costara la vida.

Ese día, en la Sinagoga según lo relata el Evangelio, había un hombre que tenía la mano enferma y paralizada; al verlo Jesús, le dijo: "Ponte en medio y preguntándoles a los presentes, les dijo: *" ¿Qué está permitido en sábado? ¿Hacer el bien o el mal? ¿Salvar la vida o dar muerte?, pero ellos callaron. Jesús le dijo al hombre: "Extiende la mano y la mano del hombre quedó curada. Mc 3, 4-5.

Miremos: Jesús se sentía desafiado ante los Fariseos; y obra de manera diferente a ellos.

Podemos preguntarnos en estos momentos:

¿Cuánto nos enseña Jesús en este pasaje del Evangelio de hoy? ¿Cuántas veces nos hemos sentido sin el convencimiento necesario para obrar como lo hizo Jesús, con esa seguridad y con la plena libertad?

De verdad actuamos como lo dijo en una ocasión alguien como un camaleón porque cambiamos de opinión frente a las situaciones por el que dirán de los que nos rodean. De verdad, vivimos llenos de prejuicios.

A Jesús le interesan hombres valientes y siempre decididos a asumir compromisos para seguirlo y hacer el bien por los más necesitados, los pobres y excluidos, así nos cueste la vida en una cruz. 

Hoy este Evangelio nos pide a quienes seguimos a Jesús, colocarnos al servicio de la vida haciendo el bien y a salvar a todos aquellos que han sido arrastrados por las corrientes de la muerte que ofrece el mundo.

Preguntémonos otra vez: ¿Será que con esas actitudes pasivas me asemeja a esas autoridades judías que están detrás de Jesús solo para aparentar o criticar a los que realizan las obras de Misericordia?

¿Respondemos con generosidad a las necesidades de los demás?

Digámosle al Señor: Haznos comprender la Misión que tú nos has encomendado para practicarla con Amor.