"Alégrese el cielo, goce la tierra"..."Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor; aclamad la gloria del nombre del Señor "...Salmo 95.

Miércoles 30 de Diciembre del 2020

SEAMOS PERSONAS EMPRENDEDORAS Y CON LA LUZ QUE NOS REGALA EL ESPIRITU SANTO COLOQUEMONOS EN SALIDA PARA ANUNCIAR LA PRESENCIA DEL REINO ENTRE NOSOTROS.

Hoy el Evangelio tomado de Lc 2, 36-40, nos describe esa experiencia extraordinaria de una mujer que se llena de alegría al tener el encuentro a los 84 años de vida, con la persona que tanto soñó encontrar por medio de las profecías: Se trata de "Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada, casada en su juventud quien vivió con su marido siete años hasta que enviudó; y que desde ese entonces, no se apartaba del templo sirviendo día y noche con oraciones y ayunos" Lc 2, 36-37.

El Espíritu Santo la había sensibilizado y aguardaba desde su corazón el anhelado encuentro con el Niño Jesús quien lo descubre como el Salvador del mundo.

Nos diremos nosotros hoy: ¿Caramba, tuvo que esperar para tener ese encuentro, 84 años? La respuesta es muy concreta: Los 84 años, significan Experiencia, un camino recorrido, la capacidad de distinguir lo que es trascendental y lo que es pasajero, fugas.

Miremos algo muy importante en Ana: Ella no se queda solo contemplando ese hecho del Encuentro que labró en su corazón con Fe; ella, al vivir ese episodio SE VUELVE TESTIGO Y SE COLOCA EN SALIDA PARA ANUNCIAR Y PROPAGAR EL CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA DE DIOS CON LA HUMANIDAD.

Ana con su edad de 84 años, no representa el cansancio, ni una vida que se apaga, ni una persona derrotada, sino una persona emprendedora que está viviendo el ESPLENDOR  DE SU VIDA

Si, Dios la ha llenado de gracias como le sucedió a María la Madre de Jesús y le da los agradecimientos por haber sido escogida para dar a conocer la Buena Noticia con alegría a toda la humanidad, mirando siempre el futuro y animando a que otros al conocer esa hermosa experiencia, hagan lo mismo  y le sigan

Jesús ha nacido en nuestros corazones sin importar edad alguna y desea que tú y yo le anunciamos como el Rey del Amor, la Justicia, la Paz, la Sencillez, la Humildad y  la Misericordia.

¡¡¡Atrévete, no te sientas viejo ni cansado, tú lo puedes hacer como lo hizo Ana.

VAMOS A ANUNCIAR LA LUZ DE LA SALVACION EN TODOS LOS LUGARES DONDE NO EXISTA EL CONOCIMIENTO DEL AMOR, LA JUSTICIA Y LA PAZ. EL ESPIRITU SANTO NOS LLENA CON SUS GRACIAS PARA SER SIGNOS DE LA MISERICORDIA DE DIOS.