martes, diciembre 29, 2020

"Alégrense el cielo, goce la tierra"..."Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra, cantad al Señor, bendecid su nombre"...Salmo 95.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 29 de Diciembre del 2020

JESUS NOS INVITA A QUE SEAMOS SIGNOS VERDADEROS DE SU AMOR, DE  ESPERANZA EN TODO TIEMPO Y LUGAR.

Celebramos hoy el día de la purificación del Niño Jesús, que según la ley de Moisés, "todo varón primogénito debía ser consagrado al Señor" y como sacrificio se le debía ofrecer en sacrificio dos tórtolas o dos pichones".

Para celebrar este gran acontecimiento, la iglesia nos presenta las lecturas siguientes: 1Jn 2, 3-11; el Salmo 95 y el Evangelio de Lc 2, 22-35, con el que nos plantea un reto muy importante: Abrirnos al conocimiento de Jesús y ello nos ha de significar, es que de manera personal, tú y yo tengamos una relación muy íntima con la Palabra y un serio compromiso con Él para ser su Luz en cada lugar donde nos encontremos.

Y ello significa que : seamos signos de amor, salvación y de esperanza para toda la humanidad sin importarnos las razas, las religiones o las clases y costumbres sociales.

Para cumplir ese compromiso con fidelidad, así como lo hizo María y José con presentar al Niño en el templo, debemos manifestar el amor entre todas las personas que están cerca de nosotros, tener un acercamiento personal con ellas e insertarnos en sus vidas y hacernos presentes en sus necesidades, siendo solidarios y misericordiosos con ellos.

Tenemos que romper el esquema del que vivimos acostumbrados y renunciar a todas esas seguridades y comodidades para abrirnos en el horizonte de la esperanza.

Simeón, hombre justo y piadoso, lleno del Espíritu Santo, esperaba ver al Mesías esperado esperaba con ansias ver la Luz y manifiesta el gozo que esperaba la humanidad: La Promesa de la Salvación.

Hoy podemos preguntarnos: ¿Cuántas veces, en medio de las tantas agitaciones a las que nos viene sometiendo el mundo, hemos percibido la presencia de Jesús en nosotros?, ¿Será que vivo más preocupado por los problemas y dificultades que por buscar y encontrar ese tesoro que Jesús nos muestra y que nos disipa las oscuridades que tenemos?

Simeón y Ana esperaron con ansias toda la vida para ver a Jesús. Tú también eres capaz de hacerlo, ¡¡¡no desistas!!!

TENEMOS EN NUESTRAS MANOS LAS HERRAMIENTAS NECESARIAS PARA TRABAJAR EN LA MIES DEL SEÑOR Y SEMBRAR EN ELLA LA SEMILLA DE LA SALVACION PARA TODOS. NO ESCATIMES TIEMPO.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:27 a.m. | Permalink |


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