sábado, noviembre 14, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 14 de Noviembre del 2020

DIOS ES INFINITAMENTE BUENO Y MISERICORDIOSO, ESCUCHA NUESTRAS ORACIONES Y PLEGARIAS CUANDO LO HACEMOS CON FE Y PERSEVERANCIA.

"Dichoso quien teme al Señor"..."Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita"...Salmo 111.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 18, 1-8, Jesús nos enseña la importancia de la oración y lo hace citándonos la parábola del juez injusto que no temía a Dios ni le importaban los hombres.

Él nos muestra a una mujer viuda que recurría a él con insistencia para que hiciera justicia contra su adversario. Lc 18, 1-3.

En el contexto del Evangelio podemos apreciar que la viuda fue perseverante e incansable;  expresaba su fe y tenía la absoluta confianza de que iba a ser escuchada por el juez, y así, lograr vencer la dificultad que le agobiaba.

Con el ejemplo de la parábola de hoy, Jesús nos quiere ilustrar como debe ser nuestra oración, la cual, ha de ser con fe, insistente, perseverante y continua.

Miremos cuál era la condición de la viuda que relata el Evangelio: Los huérfanos, las viudas eran símbolo de debilidad, pues los huérfanos no contaban con sus padres y las viudas de sus esposos para que les ayudaran, protegieran y velarán por ellos.

Tanta fue la insistencia de la viuda hacia ese juez, que fue capaz de doblegar su indiferencia y decidir hacerle justicia, diciendo: " Esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, así, no seguirá molestándome" Lc 18, 5.

Jesús nos quiere mostrar que así es la actitud de Dios, quien escucha nuestras plegarias solo si nosotros somos perseverantes y no nos cansamos de presentarle nuestras peticiones. 

No es que Dios se identifique con ese juez, sino que solo nos muestra ese contraste: Si ese juez injusto  y canalla escuchó y atendió a la viuda por tanto acoso, ¿Cómo no hará caso a las súplicas que le dirigimos? Recordemos que Él es infinitamente Bueno y Misericordioso

Necesitamos pues cimentar una Fe firme, fuerte y viva puesta en Dios para demostrarle que todo lo que le pedimos nos lo va a conceder por ello, Jesús hoy nos dice: "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta Fe en la tierra?" Lc 18, 8.

Preguntémonos: ¿Será que nuestra Fe es capaz de iluminar las tinieblas del mundo e iluminar la Fe de los demás?

SER CONSTANTES Y PERSEVERANTES EN NUESTRA MISION DE ANUNCIAR EL EVANGELIO DE JESUS EN TODOS LOS LUGARES DONDE SU AMOR NOS LO INSPIRE.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:36 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>