REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 9 de Noviembre del 2020
TU Y YO SOMOS TEMPLOS DEL ESPIRITU SANTO NO PERMITAS QUE LAS SEGURIDADES DEL MUNDO LO PROFANEN.
"Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada"..."Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tenemos aunque tiemble la tierra, y los montes se desploman en el mar"...Salmo 45.
El Evangelio de hoy tomado de Jn 2, 13-22, nos narra la llegada de Jesús al templo de Jerusalén, el espacio sagrado consagrado a Dios. Y, leemos que al entrar, encontró en el recinto a vendedores de bueyes, ovejas, palomas, y a los que cambiaban dinero sentados. Hizo un látigo de cuerda y expulsó a todos del templo, ovejas y bueyes; esparció las monedas de los que cambiaban dinero y volcó las mesas; a los que vendían palomas les dijo: "Saquen esto de aquí y no conviertan la casa de mi Padre en un mercado" Jn 2, 13-16.
Un templo convertido en un lugar donde reina el afán del poder, del poseer y de la corrupción.
Tú y yo, somos el templo de Dios, templos del Espíritu Santo y muchos de estos templos hoy, están siendo profanado con todo tipo de abusos morales y físicos. Si, ¿Cuántos atropellos vemos a diario a la dignidad en cualquier lugar del mundo? Se provocan los abortos, se violan niños y mujeres, se esclavizan a mujeres como piezas claves para la sexualidad y el negocio de la trata de personas, etc.
Estamos viendo y viviendo una constante profanación a los templos de Dios
Jesús como en ese ayer que narra el Evangelio, se muestra airado, indignado, furioso y tiene toda la razón, porque seguir la corriente de lo que pasa, claudica, se rinde o renuncia a su Misión de dar a Conocer la Verdad del Reino de Dios.
Allí cabe perfectamente lo que los discípulos le expresaron de aquel texto: "El cielo por tu casa me devora".
Jesús hoy llega a nuestras vidas (su templo) para purificarnos, es decir, a "destruirlo y levantarlo nuevamente" llega a nosotros para reorientar nuestras vidas y a que nosotros, con profunda confianza en Él y llenos de Fe, expulsamos de nuestros corazones esos sentimientos amañados que no nos permiten reconocerle como EL SALVADOR.
Jesús, nos invita a la Coherencia, a la Verdad, a que nos Reconozcamos como Verdaderos Hijos de Dios y que como tales, debemos salir al frente, con paso firme a defender la vida, la honra y la dignidad de todos los que sufren y están siendo utilizados para vender su templo.
"El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él" Jn 14, 23-24.
ANUNCIAR EL EVANGELIO ES LLEVAR A OTROS EL MENSAJE DE LA SALVACION PARA QUE MUCHOS SEAN LOS QUE CONOCIENDOLO, LE AMEN Y SIGAN LAS HUELLAS DEL SALVADOR JESUCRISTO.