lunes, noviembre 02, 2020

 

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 2 de Noviembre del 2020

JESUS NOS PLANTEA UN DESAFIO: AVANZAR CON FIRMEZA Y VALENTIA CADA DIA DE NUESTRA VIDA PARA SENTIRNOS UTILES Y PLENOS PARA LOS DEMAS.

"Desde lo hondo, a ti grito, Señor"..."Desde lo hondo, a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi suplica"...Salmo 129.

"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" nos lo dice hoy Jesús en el Evangelio de Jn 14, 1-6 y nos piden él: " No perdáis la calma: Creed en Dios y Creed también en mi. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones, y me voy a prepararos un sitio. Cuando vaya y os prepare el sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde yo  esté, estén también ustedes" Jn 14, 1-3.

Hoy celebramos el día de los fieles difuntos y se nos viene a la mente el recuerdo de nuestros seres queridos, familiares y amigos que hoy descansan en la gloria de Dios Padre. 

Ellos, junto a nosotros han sido unos pilares muy importantes de nuestra historia personal, porque muy de cerca, tuvimos una relación íntima y cercana. 

Desde sus partidas, hemos experimentado una gran fuerza en medio de nuestras tristezas y soledades; una fuerza que nos hace despertar la esperanza y mirar más allá del horizonte de la muerte.

Hoy en este Evangelio, Jesús sale al frente de nosotros y nos pide Aumentar la Fe y nos dice, que todo ese amor, ese cariño, esas alegrías que nos fueron entregadas por ellos, no pueden desaparecer y echarlas al olvido. Ellas, hoy, cobran sentido.

Jesús nos lo dice con voz firme: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" y esta Palabras nos plantea un desafío que va en relación a nuestra vida cotidiana. Este, nos ha de llenar de firmeza y valentía para seguir avanzando en nuestra existencia para sentirnos útiles y plenos para hacer de nuestra existencia algo más significativo e importante que deje huella entre con los que compartimos la vida. 

La vida es mucho más de ese conteo de años que le vamos dando. Los que creemos firmemente en Dios sabemos que ella no termina con la muerte física, continúa allá, en la Vida Eterna.

Preparemos pues nuestro traje de gala para participar con gozo en el gran banquete de bodas que nos tiene preparado Dios en el  Cielo.

VIVIR UNA HERMOSA EXPERIENCIA NOS INVITA A VIVIR EL SALVADOR: SER MULTIPLICADORES EN TODOS LOS LUGARES DE SUS PALABRAS. ATREVAMONOS A SER SUS ANUNCIADORES. 


 
posted by Laureano García Muentes at 5:12 a.m. | Permalink |


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