sábado, octubre 24, 2020

 

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 24 de Octubre del 2020

JESUS NOS PIDE PONER A DISPOSICION DE LA HUMANIDAD LOS DONES QUE GRATIS HEMOS RECIBIDO DE DIOS, PARA QUE NUESTROS FRUTOS SEAN ABUNDANTES.

"Vamos alegres a la casa del Señor"..."¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor "! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén"...Salmo 121.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 13, 1-9, Jesús nos presenta la parábola de la Higuera que no da frutos porque es Estéril y en su contexto podemos apreciar: La Paciencia de Dios.

Ayer veíamos en el Evangelio de Lc 12, 54-59 que Jesús nos invitaba a saber interpretar los signos de los tiempos; y hoy, nos hace caer en cuenta que esta tarea no es muy fácil realizarla porque nos puede crear conflictos y confusiones, cuando al encontrarnos frente a frente con las situaciones difíciles y complejas que vive la humanidad ( catástrofes, actos violentos originados por el hombre como son las masacres, las violaciones, los feminicidios, las grandes pandemias que ha vivido la humanidad, etc.). 

Ante estos hechos fuertes y de mucho dolor, Él nos previene ante las falsas premisas ya que eventos como estos  suelen ser interpretados por muchas personas como un castigo de Dios ante los pecados que hemos cometido. Y no es así.

Miren, Él nos dice hoy con gran claridad, que estos no son queridos por Dios ya que Él como nuestro Padre nos Ama sobre todas las cosas y nos brinda su Amor Incondicional, un Amor que es para siempre. 

Él hoy nos quiere quitar esa máscara y nos pide descubrir la esencia de Dios. 

Miremos: cuando todo marcha bien y no existen las preocupaciones ni las angustias creemos que reina la paz; pero, cuando nos ocurren situaciones difíciles y sufrimos; entonces, decidimos que hay una enemistad con Dios porque, no estamos siguiendo su voluntad. 

Como dice la parábola de hoy: "Hace tres años que vengo a buscar frutas en esta higuera y nunca encuentro nada. Córtala, que encima de todo estás malgastando la tierra. Él le contestó: Señor, déjala todavía este año; cavaré alrededor y la abonaré, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaras" Lc 13, 7-9.

Con estas Palabras Jesús nos recuerda la importancia de nuestra responsabilidad personal frente a los dones y carismas dados por Dios Recordemos que nos fueron entregados por Dios para dar frutos en abundancia y no para ser inservibles y estériles.

La higuera si no produce, se seca y el viñador quiere cortarla por no encontrar frutos en ella.

Preguntémonos: ¿Somos reacios a dar frutos? 

Abonemos y cuidemos nuestra higuera para que al regresar el dueño de ella, encuentre abundancia de frutos.

ESTAMOS INVITADOS A PRODUCIR FRUTOS Y EN ABUNDANCIA. NUESTRAS VIDAS HAN DE SER TESTIMONIO DE VIDA SI LA PALABRA DE DIOS PENETRA EN NUESTROS CORAZONES. SEAMOS MULTIPLICADORES DE ELLA PARA QUE MUCHOS AMEN A DIOS Y SE SALVEN.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:59 a.m. | Permalink |


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