martes, octubre 20, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 20 de Octubre del 2020

NO MATEMOS EL TIEMPO EN COSAS INECESARIAS; HEMOS DE ESTAR VIGILANTES Y EN PIE DE LUCHA CONTRA AQUELLO QUE NOS SEPARA DE DIOS.

 " Dios anuncia La Paz a su pueblo "..." Voy a escuchar lo que dice el Señor: "Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos". La salvación está cerca de los que le temen, y la gloria habitará en nuestra tierra "...Salmo 84.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 12, 35-38, nos  invita a estar vigilantes, manteniendo la actitud de la espera y a no desfallecer en depositar toda nuestra confianza en que Dios  vendrá glorioso a nosotros al final de nuestro tiempo. 

Jesús desea que nosotros, sus discípulos, sin descanso, estemos trabajando en la construcción de una comunidad que viva la Fe y en continua conversión al Evangelio; a que éste dispuesta a luchar contra lo que le separa del camino de la Esperanza y a vivir acorde a lo que Jesús pregonó y ha sido escrito por sus Apóstoles en  los Evangelios.

Miren esta gran realidad:  Muchos hoy vivimos despreocupados y creemos que así, saboreamos la felicidad.

Dejamos que el tiempo avance y así, adormecidos, pasamos matando el tiempo sin resultado alguno. 

Y el tiempo nuestro no está para matarlo, ni para perderlo. Nuestra actitud permanente ha de ser el de una conversión continua, es decir: estar en pie de lucha contra todo aquello que nos separa de Dios.

Hoy Jesús nos lo dice en el Evangelio: " Tengan las lámparas encendidas y la ropa puesta. Sean como aquellos que esperan que el amo vuelva de una boda, para abrirle en cuanto llegue  y llame" Lc 12, 35-36.

Si, Jesús hoy nos quiere preparar a todos para recibir a la hora y día que Él señale, la noticia de la vuelta a la casa del Padre.

Con este pasaje bíblico de hoy  nos previene a que no nos equivoquemos que la salvación, la podemos alcanzar en un día, en un último momento. Pues, si pensamos así, nos equivocamos. 

Este Evangelio de hoy nos ha de ayudar a que de manera permanente nos estemos haciendo un examen de nuestra conciencia ya que a través de este, podemos percibir el estado de nuestra alma y descubrir en ella, si está en condiciones de recibir al novio (Jesús) en el momento que Él llegue.

Estamos pues invitados a no dejarnos llevar por lo que satisface nuestra condición humana huyendo a los compromisos y dándole gusto a las tentaciones e infidelidades;  recordemos siempre, que la tentación es como ese sueño que nos adormece el alma, pues nos hace insensibles a la vida verdadera que nos brinda Jesús en cada Evangelio. 

No olvidemos: Debemos estar siempre ceñidos, preparados, atentos y vigilantes para que no nos sorprenda dormidos el dueño de la boda.

ANUNCIAR EL EVANGELIO EN TODO TIEMPO Y LUGAR DONDE EL AMOR POR CRISTO NOS LO INSPIRE SIN IMPORTAR RAZA, RELIGION O CLASES SOCIALES, HA DE SER NUESTRA META.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:27 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>