Lunes 12 de Octubre del 2020

JESUS NOS RECUERDA ALGO MUY IMPORTANTE HOY: NO OLVIDAR QUE DIOS TIENE ALGO GRANDE PARA COMPARTIRNOS: SU MARAVILLOSO AMOR.

 "Bendito el nombre del Señor por siempre"..."Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre"...Salmo 112.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 29-32, Jesús, lanza una expresión a la multitud aglomerada a su alrededor: "Está generación  es malvada: reclama una señal, y no se le concederá más señal que la de Jonás. Como Jonás fue una señal para Ninivitas, así lo será el Hijo del Hombre para esta generación" Lc 11, 29-30.

Jesús estaba sorprendido por la dureza de su pueblo, el judío, para aceptar y reconocer la presencia del Reino de Dios y con ello, refleja su queja, como lo describe Juan el Evangelista  en su Evangelio: "Vino a su casa y los suyos no lo recibieron" Jn 1,11.

Y es que los Judíos sólo se interesaron por pedir a Jesús milagros y sanaciones y si esto, lo traemos al tiempo presente, quizás, ello no ha variado entre nosotros, porque nos interesan las cosas espectaculares y llena de sensacionalismo como las apariciones, las revelaciones, lo que dicen los horóscopos, los que manejan los pronósticos, etc.

Si. Y en verdad, muchos buscamos a Dios porque, como es el  dueño de la vida, él, nos puede complacer y arreglarnos nuestras vidas; y dependiendo de lo realice, le podemos creer.

¿Qué barbaridad no es así? Pues, nos hemos olvidado que Dios tiene algo más grande que darnos y es: SU AMOR.

Cuando se experimenta ese gran regalo del Amor sentimos que este es el regalo más grande de todo lo que existe y que añoramos obtener y que son superfluos.

Nuestra vida ha de ser siempre una gran experiencia del amor infinito e incondicional de Dios y allí, con él, podremos experimentar su bondad, su cariño y su pureza.

Miremos algo muy interesante del Evangelio: Dios hizo en Jonás en gran milagro: Jonás dejó a un lado su terquedad y obedeció lo que Dios le pedía y lo realizó.

La población de Ninive logró  convertirse y por esa razón, Jonás por su falta de docilidad reprende al Señor por ser tan misericordioso con ese pueblo pecador.

Miren, esto mismo lo vivieron los Judíos en esa época y hoy lo vivimos muchos de nosotros: LA TERQUEDAD DE JONAS Porque somos los que no hemos experimentado: Que Dios es el Señor de la Misericordia y en Él, se vive la redención de todas nuestras culpas.

Preguntémonos: ¿Qué otros signos pensamos  que nos hacen falta o necesitamos para Creer en Dios? ¿Será que necesitamos otras señales para seguir con verdad y pasión a Jesús?

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a resolver nuestras dudas e inquietudes para así, alcanzar la Misericordia de Dios. 

ANUNCIEMOS A JESUS VIVO Y RESUCITADO ENTRE NUESTROS AMIGOS Y FAMILIARES. EL ES MISERICORDIA Y NOS ABRAZA EN SU AMOR.