domingo, octubre 25, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 25 de Octubre del 2020

AMAR A DIOS CONLLEVA UN COMPROMISO: MANTENER LA FIDELIDAD Y AMAR AL PROJIMO COMO NOS AMAMOS NOSOTROS MISMOS.

 " Yo te amo Señor; Tú eres mi fortaleza"..." Tú eres mi roca, mi alcázar, mi libertador"...Salmo 17.

Hoy en el Evangelio tomado de Mt 22, 34-40, vemos a un Maestro y Doctor de la Ley  preguntarle a Jesús con la mala intención de hacerle caer y señalarle ante el sanedrín: " Maestro, ¿Cuál es el precepto más importante en la ley?" Mt 22, 36.

Y este señor lo hace, porque este era un cuestionamiento frecuente que se hacían ellos, los jefes de la comunidad judía, en las discusiones cuando querían interpretar las Sagradas Escrituras.

Jesús con gran sapiencia, le responde : " Amarás al Señor tú Dios con todo tu corazón, con toda tu alma  y con toda tu mente"; y les afirma: " Este es el precepto más importante, pero, el segundo de la Ley, es equivalente a este : Amaras al prójimo como a ti mismo" Mt 22, 37-39.

Como lo vemos, les cita dos textos de las Sagradas Escrituras que ellos conocen ( Libro del Deuteronomio 6,5  y Levítico 19, 18), pero, que ellos, en la realidad, al ponerlos en práctica se quedan cortos, porque no practican la segunda parte.

Jesús une dos mandamientos indispensables en la vida de todo ser humano: Amar a Dios; y ello conlleva, a dar cumplimiento a lo que Él desea de nosotros, es decir, mantener la fidelidad, hacer cumplir la justicia en especial entre los oprimidos, los abandonados, los desplazados y los que sufren el hambre y las injusticias sociales

Es por ello, que el primer mandamiento abraza al segundo, porque ambos muestran el rostro amoroso y paternal de Dios en toda su dimensión.

Jesús les descubre a estos doctores de la ley judía, un Dios nuevo un Dios, que es humanizador, es decir, que es amable, que acoge, que es generoso y misericordioso.

Al traer este Evangelio de hoy a nuestra vida de hoy, podemos percibir que muchos de nosotros, que nos llamamos "Cristianos", estamos cometiendo un gran error al creer que amar a Dios es celebrar y realizar solo actos religiosos y no más; pero, lo que es fundamental no lo hacen. No dan pruebas de su fe y de su amor Amor filial a Dios. Disocian o separan la fe y el verdadero comportamiento Cristiano, que es: *Amar al prójimo como a nosotros mismos.

El Amor a Dios se demuestra y se multiplica.

No basta con Amar a Dios de Palabras y actos religiosos, lo más importante es  demostrar ese inmenso amor que le tenemos con hechos y acciones que ayuden y acompañen a salir adelante a los que están olvidados de  los que poseen la autoridad: Los pobres y necesitados del Amor y la Misericordia. 

El amar a Dios con todo el corazón y alma, es un camino hacia la liberación del mundo. No lo olvidemos. 

SEAMOS TESTIGOS DEL AMOR DE DIOS EN TODOS LOS LUGARES DENDE NOS ENCONTREMOS. MULTIPLIQUEMOS SUS ENSEÑANZAS ENTRE NUESTROS AMIGOS Y FAMILIARES.

 
posted by Laureano García Muentes at 6:51 a.m. | Permalink |


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