miércoles, noviembre 04, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 4 de Noviembre del 2020

JESUS ESPERA DE NOSOTROS RESPUESTAS GENEROSAS, DECIDIDAS Y VALIENTES PARA ASI, SER SUS DISCIPULOS. 

"El Señor es mi luz y mi salvación"..."¿A quien temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿Quién me hará temblar?...Salmo 26.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 14, 25-33, vemos a Jesús que se vuelve hacia la multitud que le sigue, y les dice: "Si alguno viene a mi y no me ama más que a su padre y su madre, a su mujer y sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo" Lc 14, 26.

Que exigencia tan dura nos presenta hoy Jesús a quienes estamos optando en seguir sus huellas y ser sus discípulos. 

Jesús pone en nuestro caminar con Él un listón atravesado: Pedirnos que lleguemos hasta odiar a nuestros seres queridos para seguirle plenamente

¿Nos sorprende no es así?

Seguir a Jesús es una tarea de todos y ella, la asumimos desde cuando fuimos bautizados. Si, desde ese momento nos reconocemos hijos de Dios y por tanto, estamos llamados a seguir las huellas que nos ha señalado  su Hijo Jesucristo quien nos dio el ejemplo de abandono de todo para vivir la entrega incondicional hasta el punto de ser capaz de entregar su vida en una cruz por amor a toda la humanidad.

Dios elige al que Él quiere y espera espera de quien escoge una respuesta generosa, decidida y valiente.

Cuando decidimos darle el SI, también le dijimos: "Señor, te seguiré a donde vayas" Lc 9,56, y junto a Él, como nuestro Guía y Maestro, dimos inicio a nuestro proyecto de vida; a construir una torre. Nos sentamos con Él e iniciamos nuestra planeación para formarnos y  adquirir el mejor terreno, diseñar la obra en planos según las condiciones y gustos, los materiales óptimos, la constancia en ir colocando los ladrillos, etc.; y ante todo,  calculamos los gastos.

Así, se ha de construir la vida cuando decidimos seguir a Jesús: Reorientar valores, reconsiderar los lazos familiares, renunciar a las comodidades que vivimos, tomar y llevar sobre nuestros hombros la cruz de cada día; todo ha de ordenarse y orientarse para poder caminar tras las huellas de Jesús. 

Seguir a Jesús, nos incomodará y nos complicará la vida; pero a los pies de la cruz se construye la vida verdadera, la justicia y la libertad.

SOMOS FUENTES DE VIDA ETERNA, LLEVEMOS EL MENSAJE DE LA SALVACION A TODOS LOS LUGARES DONDE ESTEMOS Y A DONDE EL AMOR POR CRISTO NOS LO INSPIRE.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:26 a.m. | Permalink |


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