domingo, noviembre 08, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 8 de Noviembre del 2020

HOY JESUS NOS INVITA A ESTAR DISPUESTOS Y BIEN PREPARADOS PARA RECIBIRLE CUANDO LLEGUE.

"Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío"..."Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansias de ti, como tierra reseca, acostada, sin agua"...Salmo 62.

Hoy el Evangelio tomado de Mt 25, 1-13, nos presenta La parábola de las diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo para celebrar una ceremonia nupcial a la manera como las tradiciones de la época de Jesús,  lo hacían.

En su contexto nos muestra que cinco (5) de ellas eran prudentes y las otras cinco (5) eran insensatas, es decir,  inmaduras en sus actos (irresponsables), y esperaban la llegada del novio para hacerle la corte de entrada a la boda.

Jesús nos hace ver con esta parábola de hoy, para llevarnos a algo que es trascendental, significativo e importante en nuestra vida: La Espera y la Esperanza.

Miremos algo valioso en ella: Lo más notable en este escenario no son el novio ni la novia, sino la comitiva que esperaba la llegada del novio; y para tal situación hay que estar dispuesto y preparados

Estas diez (10) mujeres de hoy, representan a la comunidad; y se despierta en mi mente esta pregunta: ¿Será que como parte de esa comunidad, en este preciso momento, tenemos nuestra vida preparada, con todo el aceite necesario, para recibir al novio?

Esta pregunta no nos debe atemorizar, antes por el contrario, nos debe abrir el entendimiento y el corazón para llenarnos de esperanza, para así, estar dispuestos y a la espera.

Aquí vemos hoy, que cinco (5) de esas mujeres, estaban en su cuento, es decir, distraídas, amañadas en su bienestar, dormidas en sus laureles; y no se prepararon con sus lámparas cargadas de aceite para recibir a la hora menos pensada al novio.

El novio viene, pasa y seguirá caminando. La vida nuestra lleva su rumbo. 

¿Será que le estamos dando de energía suficiente a nuestras vidas para iluminar ese camino que Jesús nos muestra?

Miren, Esa invitación para asistir a la gran boda ya la hemos recibido y quizás la llevamos a diario en nuestros bolsillos. ¿Lo sabías? Es el momento preciso para que No nos quedemos quietos o dormidos, porque no sabemos ni el día ni la hora que llegará el novio a buscarnos.

ESTEMOS DISPUESTOS A LLEVAR A OTROS LA LUZ DE LA SALVACION. SOMOS MENSAJEROS DE LA PALABRA DE DIOS.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:33 a.m. | Permalink |


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