Jueves 12 de Noviembre del 2020

JESUS NOS PIDE QUE SEAMOS INQUIETOS PARA DESCUBRIR EN NOSOTROS EL REINO DE DIOS Y QUE UNA VEZ QUE LO DESCUBRAMOS LO HAGAMOS VISIBLE EN TODO LUGAR.

" Dichosos a quien auxilia el Dios de Jacob"..."El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos"...Salmo 145.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 17, 20-25, vemos una vez más una polémica entre Jesús y los Fariseos sobre el momento de la llegada del Reino de Dios. 

Ellos, querían saber si Jesús  podía descifrarles esa esperanza que tenían sobre lo que sería la restauración del reino judío y si este, llegaría a través de una serie de signos que acontecerían; y esto lo afirmaban, por tener ellos el conocimiento de lo que decían las Escrituras.

Jesús les aclara que el Reino de Dios Ya está entre nosotros que este no irá a llegar según sus creencias, con signos espectaculares, ni va a irrumpir con fuego o señales  aparatosas los cielos, ni mucho menos con objetos y ejércitos celestes; sino que es una experiencia interior y  personal de cada uno de nosotros

Jesús con este Evangelio de hoy nos pide a cada uno  que seamos inquietos, que lo descubramos; y que una vez lo encontremos como quien halla un tesoro, lo hagamos visible entre los que están a nuestro alrededor

Y nos pide confianza y fe para que no nos equivoquemos en creer que el Reino de Dios es un lugar donde habitan emperadores en sus palacios sofisticados y que tienen a disposición un gran ejército, porque así, nos llenamos de fantasías superfluas. 

El Reino de Dios es un verdadero Reinado: abierto, desprendido, que acoge, que espera, que da firmeza y llena de esperanza a los hombres; y donde reina la caridad, el amor, la Misericordia y la compasión.

El Reino de Dios es nuestra tranquilidad y es nuestra pasión; es nuestra paz y nuestra acción. En el Reino también se vive la tristeza, la alegría y el gozo.

Nunca busquemos fuera lo que llevas dentro de ti

 Que hermoso es compartir con otro ese ardor que sentimos; porque así, otros serán también poseedores de ese gran tesoro que es el Reino de Dios.

¡¡¡Busca primero el Reino de Dios y toda su justicia; y todo lo demás se nos dará por añadidura!!! 

EL MENSAJE DEL EVANGELIO NOS LO TRANSMITE DIOS PARA QUE TODOS LOS CONOZCAN, LE AMEN Y SE SALVEN. SEAMOS SUS SERVIDORES Y LLEVEMOSLO A TODOS LOS LUGARES DONDE NOS ENCONTREMOS.