lunes, noviembre 16, 2020

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 16 de Noviembre 2020

NO BUSQUEMOS A JESUS POR NUESTRAS CONVENIENCIAS O CURIOSIDADES. BUSQUEMOLO PARA VIVIR UN VERDADERO ENCUENTRO CON EL Y SANAR ASI, NUESTRAS ENFERMEDADES DEL CORAZON.

"Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida"..."Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por las sendas de los pecadores, ni se sienta en la reunión con los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche"...Salmo 1.

El Evangelio de hoy, tomado Lc 18, 35-43, nos narra la llegada de Jesús a la ciudad  de Jericó. 

Jericó, una ciudad Cananea cercana al río Jordán y que es conocida como el lugar por donde hicieron entrada los israelitas a la Tierra Prometida dirigidos por Josué; y hoy, es la última ciudad donde Jesús llega antes de llegar a Jerusalén.

Dice el relato del Evangelio que a la orilla del camino por donde pasaba Jesús, se encontraba un ciego, que por su condición era excluido de la sociedad, quien le gritó con voz fuerte: "Hijo de David, ten compasión de mi y los que iban adelante lo reprendían para que se callara". Lc 18, 38- 39.

Este versículo me conmueve  y me lleva a pensar sobre esa situación angustiosa que muchos pobres, enfermos y desplazados por  la clase gobernante, que ante sus injusticias, claman por una mano amiga y misericordiosa, una ayuda o un apoyo.

Si, cuantos de nosotros, nos mantenemos estáticos e indiferentes en nuestras comodidades. Pareciera que nos hubiesen anestesiado frente a tan visible realidad. 

El ciego de hoy se muestra desafiante e insistente y grita hasta más no poder; nadie pudo callarle y Jesús  le escucha y se une a su clamor y necesidad y como respuesta muestra su Misericordia y le sana.

Jesús, hoy nos dice que no es un Dios lejano, un Dios que no escucha y que nunca podemos abarcar. Él es, un Dios cercano que mira la intimidad de los corazones y que constantemente nos pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti?, ¿Qué necesitamos? ¿Qué te angustia?, ¿Por qué gritas?

No busquemos a Jesús por nuestras conveniencias o porque nos llama la curiosidad. Busquemos a Jesús para vivir un verdadero encuentro con Él y decirle: ¡¡¡Señor, quiero estar a tu lado y seguirte a donde tu vayas!!!

ATENDER EL LLAMADO DE JESUS DESDE EL MAR DE NUESTRAS VIDAS Y SEGUIRLE PARA APRENDER DE SUS PALABRAS Y HECHOS, NOS ANIMA A IR A SU LADO Y ENSEÑAR A MUCHOS SU MENSAJE DE LA SALVACION. ¡ANIMATE!
 
posted by Laureano García Muentes at 4:15 a.m. | Permalink |


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