domingo, noviembre 15, 2020



REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 15 de Noviembre del 2020

JESUS NOS RECUERDA QUE CADA UNO ES ADMINISTRADOR DE LOS DONES Y TALENTOS QUE DIOS NOS PRESTO PARA COLOCARLOS AL SERVICIO DE TODOS.

"Dichoso el que teme al Señor"..."Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien"...Salmo 127.

En el l Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 14-30, Jesús nos presenta la parábola de los Talentos para recordarnos que todos los que hemos decidido ser sus discípulos y seguidores nos ha encargado una Misión en el mundo, donde tenemos la oportunidad de producir los mejores resultados haciendo uso de los dones y talentos que Él, nos ha entregado.

Y nos lo recuerda con toda claridad, que de esa gestión hemos de rendir cuentas al final de nuestros tiempos.

¿Qué significa para nosotros, hoy esta invitación que se inició con nuestro llamado a ser sus seguidores?: Que no podemos cerrarnos en nosotros mismos y dormirnos en nuestros laureles enterrando en nuestro corazón los dones y talentos, las riquezas espirituales, intelectuales y materiales que hemos logrado obtener a través de nuestra vida y que de manera bondadosa Dios nos ha dado, sino (como nos lo recuerda nuestro Papa Francisco), hemos de ponernos en disposición de permanente salida, abriéndonos para ser solidarios en todo momento y más ante las necesidades que nos agobian y de manera especial a los pobres y necesitados; siendo atentos, ayudando y apoyando para que logren una mejor calidad de vida.

Jesús, con esta parábola de hoy nos recuerda que cada uno de nosotros somos Administradores de esos Dones y Talentos que Dios nos ha prestado.

El hecho de guardarlos o enterrarlos en el corazón es una actitud egoísta.

Recordemos que Él nos ha creado a su imagen y semejanza, es decir, a ser Amorosos y Misericordiosos y quiere que actuemos de manera activa, confiable y responsable; ya que la pasividad, la fatiga, el miedo, nos hace inútiles, nos destruyen los deseos y nuestras esperanzas de hacer visible el Reino de Dios en la humanidad.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a buscar en nosotros el interés de ser multiplicadores del Amor y la Misericordia poniendo al servicio de todos los talentos que hemos recibido de Dios.

SOMOS SEGUIDORES DEL SALVADOR Y DE EL HEMOS RECIBIDO SUS ENSEÑANZAS PARA MULTIPLICARLAS EN TODOS LOS LUGARES. NO TENGAMOS MIEDO EL ESPIRITU SANTO NOS GUIA EN ESTA MISION.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:52 a.m. | Permalink |


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