viernes, septiembre 04, 2020

 

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 4 de Septiembre del 2020

JESÚS NOS INVITA A CONTEMPLAR SU PRESENCIA EN NUESTRAS VIDAS Y A DISFRUTARLO EN LA EUCARISTÍA DONDE ESTA EN VIVO, EN CUERPO, ALMA, SANGRE Y DIVINIDAD.


Hoy en el Evangelio tomado de Lc 5, 33-39, Jesús nos enseña que la libertad, el respeto, los esfuerzos y la obediencia, han de ser los valores principales que nos hacen ser  conscientes de recibir la Palabra de Dios con toda humildad, a fin de seamos capaces de convertirnos en hombres nuevos y valientes que llevan y hacen visible el Reino de Dios en todos los lugares del mundo

Como lo hemos visto a lo largo de nuestras reflexiones diarias del Evangelio, los Fariseos no se cansan de seguir y fastidiar a Jesús para tener motivos suficientes para señalarlo.

Hoy les vemos haciéndole ver a Jesús que sus discípulos no se comportan como los discípulos de Juan Bautista que ayunan y rezan mucho. Y le dicen: " Los tuyos, comen y beben" Lc 5, 33.

Nos vine a la mente aquellas palabras que Jesús  da como respuesta a Marta en Betania, cuando Jesús fue a la casa de su amigo Lázaro: " Marta, Marta muchas cosas te preocupan, pero una sola es importante; y María ha elegido la mejor" sentarse a sus pies para escuchar lo que decía. Lc 10, 38-42.

Y así como ellos, señalan y desean fastidiar a Jesús, comparando las situaciones y el actuar de los discípulos, hoy, sucede igual en nuestra vida cotidiana. 

Los apóstoles como María prefieren disfrutar de la compañía de Jesús antes de ayunar y estar distante de Él y ocupados en otros quehaceres

Esta Palabra de hoy nos ha de centrar cuán grande ha de ser la presencia de Dios en nuestras vidas porque de que nos sirve ayunar, rezar, hacer penitencia si no vivimos y sentimos a Jesús de verdad en nuestras vidas y queremos estar cerca de Él disfrutándolo en cuerpo, alma, sangre y divinidad.

Si, estaremos haciendo actos religiosos como si estuviéramos en una competencia deportiva y embarcados en el tren de la vida que por ir a gran velocidad, no se detiene a apreciar los pequeños detalles y estaciones. Solo queremos llegar a la meta, descansar y dormir. 

Todos llevamos por dentro esos afanes y que hoy, como nos lo pide Jesús, debemos dominar, para así, como María y  hoy los discípulos de Jesús, podamos escuchar y contemplar muy de cerca al Señor.

Servir y contemplar es el binomio que nos ha de motivar en el transcurso de esta travesía de la vida. 

TU ESTAS INVITADO A QUE SEAS MULTIPLICADOR DE LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS EN TODOS LOS LUGARES. NO PIERDAS ESA OPORTUNIDAD QUE EL TE BRINDA, COMPARTELAS CON TUS AMIGOS Y FAMILIARES.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:39 a.m. | Permalink |


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