Jueves 3 de Septiembre del 2020

JESÚS NOS PIDE ACRECENTAR NUESTRA FE Y CONFIANZA EN EL HACIÉNDOLO EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS.

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena"..."Del Señor es la tierra y cuanto la llana, el orbe y todos sus habitantes: Él la fundó sobre los mares, Él la afianzó sobre los ríos"...Salmo 23.

Hoy el Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 1-11, nos ayuda a ir conociendo la verdadera identidad  de Jesús como el Hijo de Dios y como hemos de ser los que nos disponemos a seguirle y ser sus discípulos.

Podemos ver en este Evangelio que las palabras, obras y acciones de Jesús se van encarnando en cada realidad y contexto; pues cada persona lo va adaptando a su vida y también a la configuración de cada comunidad quienes se encuentran limitadas y viven en permanente tentación por las seguridades del mundo. 

Miremos algo interesante: Una vez más es Simón - Pedro el escogido para mostrarnos su enseñanza.

Simón-Pedro, el pescador que hacía su jornadas de pesca en el mar de Galilea. Era un hombre de fuerte personalidad, pero sencillo, generoso e impulsivo, pero que aveces denotaba incomprensión al mensaje que predicaba Jesús. 

Dice el Evangelio, "que la gente se agolpaba alrededor de Jesús para escucharle; y mientras estaba a la orilla del lago de Genesaret, vio dos barcas junto a la orilla y  a dos pescadores que se habían bajado de ellas y estaban lavando sus redes después de su jornada de trabajo. Jesús se subió a una de las barcas, la de Pedro y le pidió que se apartará un poco de la orilla.  En ella, se "sentó y se puso a enseñar a la multitud". Cuando terminó le dijo a Pedro: Navega lago adentro y echa las redes para pescar". Lc 5, 1-4.

Había mucha gente que seguía y deseaba escuchar a Jesús, como también, muchos interesados por verle hacer los milagros.

Mira y ve a su alrededor a dos pescadores que quizás experimentan fatiga, tristeza y dolor por el fracaso de una larga jornada.

Jesús le pide a Simón-Pedro que le ayude y le saque a una corta distancia de la orilla para hablarle a la gente, y se sienta en su barca. (En su vida).

Desde esa barca no solo involucra a Simón-Pedro, sino a todas esa gente que le sigue en su Misión.

"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos sacado nada; pero, ya que lo dices, echaré  las redes; lo hicieron y capturaron tal cantidad de peces que regentaban las redes" Lc 5, 5 - 6.

Simón-Pedro nos muestra una gran confianza en el Señor y en Él, acrecienta su Fe. Tanto los pescadores y el pueblo quedaron asombrados y se decían entre sí: "¡Él habla con Autoridad. Nunca, nadie, nos había hablado así! ".

Para Dios no hay nada imposible. La pesca sobre abundante y las redes repletas son las consecuencias de una Fe profunda y de una profunda confianza en Dios.

Cuando aceptamos a Jesús en nuestras vidas y lo hacemos centro en ella, todo lo que anida en nuestras mentes se doblegará y Él, realizará su obra liberadora en nosotros.

Cuantas veces pensamos que es imposible para nosotros lanzar las redes en el mar tormentoso y desesperanzado como el que vivimos hoy. No sabemos a qué costado lanzar las redes. Hoy Jesús nos pide colocar en Él toda nuestra Fe y Confianza y así veremos los buenos resultados. Solo nos basta una Absoluta Convicción.

¡Adelante!