viernes, agosto 28, 2020

 

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 28 de Agosto del 2020

JESÚS NOS PREVINE PARA QUE ESTEMOS SIEMPRE PRESTOS A RECIBIR LA INVITACIÓN AL GRAN BANQUETE QUE DIOS CON TODO SU AMOR HA PREPARADO.


"La Misericordia del Señor llena la tierra"..." Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocado en su honor el arpa de diez cuerdas"...Salmo 32.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 25, 1-13, una vez más Jesús nos enseña a estar prevenidos, alertas o en vela. 

Ayer el Evangelio de Mt 24, 42-45, nos decía: "Estén prevenidos, porque no saben el día que llegará el Señor. Estén preparados, porque el Hijo del Hombre llegará cuando menos lo esperen" Mt 24, 42; 44.

Jesús nos quiere hacer caer en cuenta que hay que estar siempre preparados y despiertos (en vela) para recibir la buena noticia de que somos partícipes de la gran fiesta que el Dueño de la Viña ha preparado en su hacienda

Él hoy nos hace ver como es de importante esta preparación y nos trae a colación la parábola de las diez vírgenes.

Miremos algo importante: Muchas son las veces que por cualquier cosa o motivo perdemos la confianza y la continuidad de nuestra preparación particular que busca a que estemos bien dispuestos para recibir la llegada de nuestra hora; y, optamos por vivir en las delicias que ofrece el mundo que están cargadas de oscuridades. 

Y cuando se nos presentan algunas eventualidades como enfermedades contagiosas, situaciones laborales severas, destrozos en nuestras familias, etc, se nos viene a la cabeza que lo más pronto y práctico es la utilización de las capacidades o luces de otros para que ellos, nos provean de lo que a bien tienen y han cuidado.

Miren: Dios en su sabiduría, a cada uno de nosotros, nos ha dado su Luz; una luz que es muy particular, que esa como una semilla que una vez caída en tierra fértil, nos permite crecer y ser un árbol vigoroso y que da frutos abundantes. 

En esta Palabra de hoy, Jesús nos hace ver ese don de Dios, ese don que cada uno tenemos y que nos ha regalado: Ser una semilla individual, uno mismo que ha de valerse de si mismo para no desfallecer y morir.

Claro, dependiendo de la calidad del aceite que tenga nuestras lamparas podremos brindar al mundo, luces fuertes, débiles o casi apagadas.

Pero, esa Luz digamos principal que poseemos nos la ha regalado Dios; y esa, tenemos que procurar, aceptarla y cuidarla para que siempre permanezca y nos acompañe toda la vida.

Por experiencia sabemos que cuando comienza a debilitarse el fuego, debemos buscar los medios y métodos para que no se extinga. Y ese método para todo Cristiano es: la Oración y obras de Misericordia.

Recordemos que Jesús sale a nuestro encuentro y nos provee de su luz para iluminar nuestras tinieblas. Confiemos en Él y veremos con nuestros ojos que con su Bondadosa Misericordia nos proveerá hasta el final. 

ESTAS INVITADO A SER MULTIPLICADOR DE ESTAS ENSEÑANZAS ENTRE TUS AMIGOS Y FAMILIARES. COMPARTE EL LINK DE ESTE BLOG. 
 
posted by Laureano García Muentes at 7:01 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>