REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY.

Martes 25 de Agosto del 2020

JESÚS NOS INVITA A DEJAR LA SUPERFICIALIDAD Y A PREOCUPARNOS EN CONOCER Y AMAR AL ÚNICO DIOS VERDADERO QUIEN NOS AYUDA A AMAR A LOS DEMÁS POR IGUAL

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 23, 23-26, podemos apreciar un enfrentamiento entre Jesús con los Fariseos, quienes se consideraban unos doctos en el manejo de las ley judía,  en exigir su estricto cumplimiento, como también, ser ellos, los más rigurosos practicantes de la religión judía. Jesús los tacha de Hipócritas porque vivían de las apariencias al querer reflejar a otros manifestaciones de incoherencias y engaños al no responder a lo que ellos, practicaban sobre todo, lo referente a la justicia,  la misericordia, la fidelidad y la comprensión. 

Hacían mal uso de su poder espiritual y estaban empeñados en hacer de ella una especie de club donde solo tenían derecho de participar como socios, aquellos que fuesen por ellos instruidos y elegidos; mientras, los pobres y los marginados por sus enfermedades eran considerados como de la plebe y sin ningún valor. 

¿Nos hemos puesto a pensar que en el hoy, aún ocurre algo similar?

Muchas personas que se consideran líderes espirituales quieren  convertir a través de la Fe que profesan, grupos familiares o religiosos donde predomina sus quereres y gustos particulares; y sobre todo, someten a su albedrío a la gente con normas o leyes exclusivas para unos pocos;  y se olvidan de aquellos que esperan que se les ayude a un vivir de mejor forma su fe y su amor por los demás.

No ponen siquiera un granito de arena por hacer prevalecer ese Amor por los demás que tanto pregona Jesús en los Evangelios.

"¡¡¡Ay de ustedes, Letrados y Fariseos hipócritas!!!" Mt 23, 23, un grito de protesta que se hace sentir por parte de Jesús hoy.

Miremos algo muy importante: Hoy el mundo vive de la superficialidad y esto lleva al hombre a tener la incapacidad  de Conocer y Amar a Dios, porque nos preocupamos más por nuestras vanidades, por el obtener dinero, fama e intereses personales.

Pero... ¿como podemos ayudar a combatir ese gran mal? Nos preguntamos. 

Tú y yo tenemos que asumir un gran reto: Limpiar como nos lo dice hoy el Evangelio, EL VASO POR DENTRO, teniendo un encuentro verdadero e íntimo con nosotros mismos, es decir, con nuestro propio YO 

Si nos entramos en nuestro corazón de manera sincera y rebuscamos con Fe y confianza cada lugar de él, encontramos en un rincón, una tula, quizás bien grande de nuestras infidelidades, injusticias y falta de misericordia, etc que requiere ser sacadas al exterior lo más pronto posible y botarlas a la basura.

¿Como te parece este reto?

Así lo hicieron muchos hombres y mujeres considerados hoy unos Venerables Santos, ellos, fueron capaces de hacer ese trabajo con gran esmero solo con el deseo de lograr su verdadera conversión y lo más importante de ello, Nunca se rindieron.

Hermanos: Con este Evangelio estamos invitados a evitar las apariencias que nos esclavizan y nos apartan de Dios. Cuidemos nuestros afectos, el interés de servir a los demás y sobretodo Amar al Único y Verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo así, seremos Sinceros y no hipócritas.