sábado, agosto 15, 2020

 

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 15 de Agosto 2020

MARÍA, LLENA ERES DE GRACIAS, EL SEÑOR ESTA CONTIGO, BENDITA ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES.

La Iglesia Universal celebra una de las fiestas más importantes que están dedicadas a la Santísima Virgen María. Su gloriosa Asunción a los Cielos.

María fue llevada al cielo en cuerpo y alma, llena gracias y de gloria, por su plena comunión con Dios.

Hoy el Evangelio de Lc 1, 39-59, nos relata ese hecho importante de la joven María quien después de haber concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, sale de prisa a visitar a su pariente ya anciana Isabel, quien por anuncio del Ángel Gabriel, María se entera de su embarazo milagroso.

Ese encuentro fue para esas dos mujeres, un gran acontecimiento y la alegría que vivían se hace manifiesta con un cántico que tiene un gran significado: EL MAGNÍFICAT.

También podemos apreciar en este Evangelio, esa exaltación de su prima  Isabel al momento de su llegada a casa: " ¡Dichosa tú  que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció" Lc 1, 45

El gran significado del cántico del Magnificat se conjuga en esa expresión de Fe que ha sido probada de generación en generación por los hombres y mujeres que se han comprometido y han puesto su esperanza en la ayuda de los más necesitados*.

Miremos algo muy interesante en este Evangelio de hoy:

Isabel era una mujer justa. Y por ser estéril, estaba considerada entre los judíos,  como maldita. Pero, su alma cobijaba a ese Dios bueno  y Misericordioso y fruto de esa gran Fe, Confianza y  Fidelidad, fue premiada por Dios, a pesar de su a ancianidad, para concebir en su seno, a un hijo.

Su esposo Zacarías, era un hombre entregado al servicio de Dios, pues como sacerdote luchaba demostrar junto a su esposa Isabel, ese gran amor que ardía en sus corazones y de hacer siempre la Voluntad de Dios.

Por otra parte, María, modelo perfecto de la creación, mujer como ninguna otra fue y es para toda la humanidad ejemplo de humildad, caridad y prontitud por estar siempre dispuesta y en salida para servir, acoger y preparar la llegada del Salvador en el corazón de los hombres.

El texto del Apocalipsis Cap 11, 19a; 12, 1. 3-6a.10 se considera como una señal de su Asunción a los Cielos.

María brilla en el cielo para dar luz al camino de los que deciden seguir a su Hijo Jesucristo. Es la señal cierta  de toda esperanza y es la causa principal de toda alegría. Es consuelo, auxilio y refugio de todos los pecadores.

¡Oh María, concebida, sin pecado original, ampararme y guiarme, a la patria celestial!.

TE INVITO A QUE SEAS MULTIPLICADOR DE ESTAS ENSEÑANZAS ENTRE AMIGOS Y FAMILIARES, ELLAS NOS AYUDAN A CRECER Y A CONOCER MAS A DIOS.


 
posted by Laureano García Muentes at 6:51 a.m. | Permalink |


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