REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 19, 3-12, Jesús le sale al frente a los Fariseos quienes querían ponerlo a prueba y  hacerlo caer para ir a señalarlo ante sus autoridades. Ellos, le preguntan: "¿Puede un hombre separarse de su mujer por cualquier cosa? Él  les respondió: No han leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer? Por eso, abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. Así pues, lo que Dios a unido que no lo separe el hombre" Mt 19, 3-6.

Hay un dicho callejero que hoy cabría decir en esta reflexión de hoy: más claro, no canta un gallo.

Hoy muchas son las personas que buscan por cualquier motivo  la separación en sus matrimonios. Si, se inventan pretextos y simulan ante la gente, que su unión marital, es insoportable e insostenible.

Aveces, quienes hemos pasado por esas situaciones, nos creemos unos magníficos pilotos o capitanes de nuestras vidas y buscamos atravesar el mar de la infidelidad y cuando remamos mar adentro y los vientos huracanados nos mueven la barca con olas muy encrespadas, entonces, nos damos cuenta del error que nosotros mismos hemos buscado.

Si, no nos habíamos percatado, que en esa misma barca, de manera apacible y casi dormido, viajaba Jesús.

Preguntaríamos hoy: ¿Que pensaría hoy Jesús de esas personas que buscan hoy por todos los medios (políticos y sociales) aprobar leyes para hacer efectivo el divorcio?

Jesús, hoy, como lo dije en el inicio de esta reflexión sale al frente y nos ayuda a que entendamos lo que realmente significa el matrimonio.

El matrimonio no solo es la conveniencia de un hombre y una mujer que dicen y juran ante Dios y en una ceremonia delante de muchos testigos, que se aman para siempre ES MUCHO MÁS QUE ESO. ES UN SACRAMENTO.

Si, es algo muy sagrado que aceptamos y nos comprometemos cumplir con FIDELIDAD.

Es un proyecto de vida que planeamos realizar a largo plazo y en donde se juntarán a él, como socios, UNOS HIJOS. No hay proyecto, no hay empresa, no hay Familia, SI NO EXISTE EL AMOR. Y esa empresa se solidifica a base de DETALLES, GESTOS, CARICIAS, SONRISAS, INVITACIONES INESPERADAS, DIALOGO PERMANENTE, Y MUCHO MAS. ENTREGA TOTAL. 

Hoy en el Evangelio Jesús nos resalta estas palabras: " Por lo terco que sois Moisés les permitió separarse de sus mujeres a causa de la dureza de sus corazones; pero al principio no era así. Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre" Mt 19, 6-8.

Pidámosle al Espíritu Santo su guía y ayuda para vivir la unión matrimonial de manera firme y constante; y para que aprendamos a soportar las dificultades de la vida con unión fraterna.