domingo, agosto 30, 2020

 

REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY

Domingo, 30 de Agosto del 2020

JESÚS NOS INVITA A QUE CARGUEMOS CADA DÍA NUESTRAS CRUCES CON TODA FIRMEZA Y CONFIANZA; ASÍ CON ELLA, AL FINAL DEL CAMINO LOGRAREMOS LA VERDADERA FELICIDAD.

 
"Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mio"..."Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma esta sedienta de ti, mi carne tiene ansias de ti, como tierra reseca, acostada, sin agua"..
.Salmo 62.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 16, 21-27, Jesús explica a sus discípulos lo que le iba a acontecer desde que hiciese  su llegada a Jerusalén, donde por causa de las autoridades, tendría que sufrir la muerte, pero les llena de esperanza, porque resucitaría al tercer día. 

Podemos ver en este, que  Pedro lo confronta y le reclama por lo dicho, pero Jesús le hace un duro reproche: " ¡Retírate, Satanás! Quieres hacerme caer. Piensas como los hombres, no como Dios" Mt 16, 23.

Una realidad que nos ayuda a recapacitar nuestra condición de Cristianos, discípulos y seguidores de Jesús; porque muchas veces, ante situaciones adversas y difíciles manifestamos criterios y formas de pensar que no corresponden a la lógica de Dios, es decir, en algo que nos cuesta aceptar y que es  limitada.

Muchas son las veces que deseamos meter a Dios en todo, y con ello, nos sentimos hasta más seguros y no es así, porque la vida va más allá de todo razonamiento lógico y que requiere de nosotros que seamos capaces de dar un paso a lo que es sobrenatural. De esta manera y solo así, podremos entender cuándo se hace visible el poder de Dios. 

Si. Podemos apreciar en este y en otros Evangelios que los discípulos no estaban de acuerdo con Jesús en cuanto a lo que Él les decía que tenía que sufrir y de allí ese reproche duró a Pedro y también a los discípulos a quienes les dice con toda claridad que "El que quiera seguirme que se niegue a si mismo, cargue con su cruz y me siga. El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda la vida por mi causa la conservará" Mt 16, 24-25.

Jesús les habla de esa cruz que cada día estamos cargando sobre nuestros hombros y que debemos aprender a llevarla como Él también la lleva.

Y no es que nos hemos de limitar en cargar y llevar la cruz de Jesús ¡¡NO!! sino nuestra propia cruz, es decir; el identificarnos con nuestra propia vida pero con la causa de Jesús. Y en ella, encontraremos, pasión, dolor, sufrimiento, ansiedades, angustias y lágrimas; pero, a través de ella, vamos alcanzar LA VERDADERA LIBERTAD. es decir, NUESTRA RESURRECCIÓN

De ello, podemos deducir que, realizar la vida cada día, no es fácil, porque para vivirla, requiere de nuestra parte, constancia, firmeza y sacrificio.

Miren, La vida es un continuo caminar con una cruz sobre los hombros y en nuestros avances diarios, a pesar de su peso, debemos poner todo nuestro empeño y esfuerzos para cargarla y alcanzar la meta que nos hemos planteado.

¡¡¡No nos desanimemos y continuemos hacia adelante!!!

TE INVITO A QUE SEAS UN MULTIPLICADOR DE ESTAS REFLEXIONES QUE NOS LLEVAN A CRECER EN EL CONOCIMIENTO DE NUESTRO COMPROMISO DE DISCÍPULO DE JESUCRISTO RESUCITADO. INVITA A TUS AMIGOS Y FAMILIARES A QUE CONOZCAN ESTE BLOG.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:20 a.m. | Permalink |


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