"Dichoso el pueblo que Dios se escogió como heredad "..."Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres "...Salmo 32.
Hoy en el Evangelio de Lc 4, 38-44, nos presenta a Jesús como el liberador y sanador de los poseídos por las fuerzas del mal, los que vienen siendo oprimidos por los que manejan al albedrío las leyes, como también, de los que tienen una enfermedad.
Después de estar en su tierra (Cafarnaún) interviniendo y enseñando con gran admiración y autoridad en las sinagogas, hoy lo vemos dispuesto a salir de allí para seguir anunciando la presencia del Reino de Dios.
Pero, antes de su partida, llega a la casa de Pedro y encuentra allí a la suegra con una fiebre muy alta y le suplican, su compasión.
Jesús se inclina hacia ella, increpa la fiebre y se le pasa, inmediatamente, la mujer se levantó y se puso al servicio Lc 4, 38-39.
Hay en estos versículos algo que destaco y que coloco en negrilla:
Su disposición de salida para ir a otros lugares.
Si, Jesús quiere orientar la grandeza de sus propuestas encomendada por su Padre Dios a todos sin excepción. Es por ello, que cuando estaba en el lugar despoblado orando, es alcanzado por la gente que le querían retener para impedirle que se marchará, Él, les dice: " También a las demás ciudades tengo que llevarles la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado" Lc 4, 42-43.
Jesús nos muestra hoy, la grandeza del su mandato. Y hoy nos lo dirige a nosotros, los que le estamos siguiendo como sus discípulos. Pareciera que nos dijera: que cada uno de nosotros sea una casa abierta y no cerrada, siempre capaz y dispuesta a agrandarse para recibir a todos los que quieran llegar a ella y miren: así, nos lo insinúa hoy nuestro Papa Francisco. Ser una Iglesia en Salida
Siente compasión: Jesús no se cierra en la indiferencia y muestra un camino de justicia, ve la realidad para liberar, curar y salvar. Es está, la debilidad de Dios.
Y finalmente, cuando la mujer es curada, se coloca de inmediato al servicio de la obra La mujer, no se queda quieta en cama como una convaleciente; al contrario, ella se levanta de forma inmediata y se pone al servicio.
Que gran ejemplo de actitud. No pone obstáculo alguno, ni excusas para colocarse al servicio de los demás para manifestar su alegría, su amor y su ayuda como grano de arena en el cimiento que va a servir a levantar la gran edificación de la Iglesia.
Tomando en mano este Evangelio de hoy, preguntémonos: ¿Estamos realizando todos los esfuerzos para propagar en todos los lugares del mundo el Reino de Dios con acciones concretas a fin de liberar, sanar y salvar a muchos hombres?
No te quedes en cama, levántate y ponte a servir también
TE INVITO A MULTIPLICAR ESTAS ENSEÑANZAS QUE NOS AYUDAN A CRECER EN LA FE Y LA ESPERANZA. ENTRE TUS AMIGOS Y FAMILIARES.