lunes, junio 01, 2020
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Lunes 1 de Junio del 2020

JESÚS EN LA CRUZ, NOS REGALA A MARÍA, SU MADRE, COMO LA MADRE DE SU IGLESIA Y DE TODA LA HUMANIDAD HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS.."


Hoy celebra la Iglesia la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen, Madre de la Iglesia

Ante el pecado del hombre que se remonta a la historia de la creación, donde entra en la escena de la vida, el sobresalto, el miedo, la mentira, la falta de solidaridad, el señalamiento y la culpabilidad, Dios hace visible su Misericordia porque Él sufre ante la pena originada por el pecado original que llevaría en sus hombros los hombres y que da por quebrantado su plan primero: El Amor.

Desde ese momento, Dios se anticipa y proyecta la reparación y la conciliación  con el sacrificio de su Hijo Unigénito en la Cruz Salvadora, a fin de no solo llegar a su proyecto primero, sino, a uno más elevado: Donde todos los hombres sean hijos en su Hijo.

Es allí, donde el mismo Dios,  prefigura el papel de la mujer y da a María la bendición para ser Madre de su Iglesia y de toda la humanidad hasta la consumación de los tiempos

Hoy, el Evangelio de Jn 19, 25- 34, nos muestra el papel de María como madre de la iglesia y de la humanidad. 
Son muchas las palabras de Jesús donde expresa su papel de madre en su vida y en la Misión.

María, le acompañó en todos y cada uno de los momentos de su vida; compartió con Él, alegrías, tristezas, sufrimientos y angustias, pero estás fueron   reparadas con la gloriosa Resurrección y Ascencion a los cielos.

María, una mujer humilde y sencilla que siempre escucha y cumple la voluntad de Dios, la que comparte con su Hijo y recibe de Él la enseñanza de la Misión Salvífica para la humanidad.

Jesús, como lo podemos leer y discernir en el Evangelio de hoy, nos deja en la persona de Juan, la intimidad personal de María, su madre y nos regala a través de ella, el don de la comunión que ha de existir entre una Madre y el Hijo. 

Jesús dijo a María quien estaba a los pies de la cruz: " Mujer, ahí tienes a tu hijo" y luego le dijo a Juan, el discípulo amado: " Ahí tienes a tu Madre". Y luego, con gran felicidad en su corazón aunque deshecho por la ignominia de los hombres, pronuncia con voz fuerte y mirando al cielo: "Padre, todo está cumplido".

Jesús murió y nos dejó en las manos de María y de su discípulo amado el futuro de la Obra Salvadora de la Iglesia para toda la humanidad.

Pidámosle al Espíritu Santo y a nuestra Bienaventurada Madre, María, nuestra guía y compañía en este camino difícil de la vida y más cuando hoy nos sentimos agobiados por esta pandemia del covid19. 

Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:36 a.m. | Permalink |


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