lunes, mayo 18, 2020
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Lunes 18 de Mayo del 2020

JESÚS NOS ENVÍA SU ESPÍRITU SANTO Y NOS REVISTE DE SU RESURRECCIÓN PARA QUE SEAMOS TESTIMONIOS DE VIDA EN EL MUNDO"

"El Señor ama a su pueblo" "Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su creador, los hijos de Sión por su Rey"...Salmo 149.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 15, 26 -16,4a, Jesús llena de Esperanza a sus discípulos en su despedida de la última cena,  diciéndoles: "Cuando venga el Paráclito, que yo les enviaré de parte del Padre, él dará testimonio de mi; y ustedes también darán testimonio, porque han estado conmigo desde el principio" Jn 15, 26.

Jesús hoy nos muestra que existe una estrecha relación entre Él,  el Padre y el Espíritu Santo; es decir, que entre ellos, existe una comunión trinitaria y que siempre estará abierta y dispuesta a llenar de dones y gracias a quienes están con ellos desde el principio; es decir, a los que han escuchando el llamado, han tomado la decisión de dejarlo todo y optaron por colocarse en disposición de avanzar siguiendo las propuestas  de la Buena Nueva.

Jesús nos conoce y sabe que requerimos de un guía ante las variadas situaciones que vivimos; y es por ello, que nos dice: "Les enviaré de parte del Padre, el Defensor" Jn 15, 26.

Él es muy claro en su decisión cuando dice: no será enviado a cualquiera Él lo advierte de antemano que será a los suyos,  es decir, a quienes han optado por ser sus amigos y seguidores.

Entonces, cabe aquí preguntarnos: ¿Que nos corresponde hacer para recibir al Espíritu Santo?

Como hombres y mujeres dispuestos a ser fieles seguidores de Jesús, tenemos que: 1. Dejar que Él obre en nosotros; 2. Que seamos testimonios de vida mediante la experiencia que estamos viviendo; 3. Que nos mantengamos fieles al seguimiento a pesar de todas las dificultades que afrontamos; y 4. Que estemos apegados a la oración y a la constante lectura de la Palabra de Dios.

Recordemos que el Espíritu Santo calienta lo que está tibio y frío y nos reviste de la Resurrección de Jesús como esa fuerza que nos imprime a la vida nueva.

Pidámosle al Señor hoy que nos ayude a ser esos discípulos efectivos que necesita Jesús para el mundo de hoy y a que permanezcamos confiados y firmes frente a las situaciones adversas que se nos presenten. 

 El verdadero testimonio no es el nuestro, sino el que da el Espíritu Santo a través de Cristo Resucitado



Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:47 a.m. | Permalink |


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