REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Domingo 12 de Abril del 2020
"JESÚS NOS INVITA A LA NOVEDAD EMPRENDIENDO CON EL, UN NUEVO CAMINO PARA LLEGAR A LA VIDA ETERNA"
"Este es el día que hizo el Señor: Sea nuestra alegría y nuestro gozo "
"Aleluya!!! Aleluya!!! Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: Eterna es su Misericordia"... Salmo 117.
Hace unos pocos días, en la iglesia se venía celebrando la Cuaresma que es un tiempo litúrgico más intenso que ella ofrece. Una oportunidad que vivimos para reflexionar, para mirarnos dentro de nosotros y así, hacer una pausa; y consientes de una renovación en nosotros mismos, celebrar la Pascua de la Resurrección.
Hoy, como comunidad que entiende, aprende e interpreta el sentido de las propuestas de salvación que Jesús nos enseñó, en estos próximos 50 días celebraremos la Pascua de la Resurrección de Cristo Salvador y la de nosotros, sus seguidores, para mostrar al mundo lo que vivimos y sentimos para que nuestras vidas tuviesen un cambio radical.
Las lecturas de hoy Domingo de Resurrección son una invitación a emprender un nuevo camino en nuestras vidas, tomado como ejemplo la experiencia que experimentaron los primeros discípulos cuando iniciaron junto a otros que creyeron en Jesús, las primeras comunidades.
Ellas están tomadas, así: Hch 10, 34, 37-43; la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 1-4 y el Evangelio de Jn 20, 1-9.
En la primera lectura, Pedro viviendo aún inmerso en su judaísmo, decide ir a las casas de los paganos a exponerles la novedad del nuevo camino que los cristianos han emprendido después de la resurrección de Jesús y sobre todo, la experiencia del compartir eucarístico que les enseñó el Maestro en la última cena; ya que en ella, se experimentaba la fuerza de su Resurrección.
En la carta de San Pablo a los Colosenses, nos habla de la vida nueva en Cristo y lo que significa el ser bautizado para vivir la vida de Dios como el único camino que nos hace encontrar la vida eterna.
Y, el Evangelio de Jn 20, 1-9 nos narra la experiencia vivida de María Magdalena al ir al sepulcro muy de mañana y al ver que la piedra fue quitada, se va corriendo a avisarles a Simón Pedro y a Juan el amigo más cercano de Jesús y les dice: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos donde lo han puesto" ellos salieron a prisa corriendo juntos, pero, Juan corrió más rápido y se adelantó y al llegar, sin entrar, encontró las sábanas en el suelo; pero Pedro al llegar entró y observó los lienzos en el suelo y el sudario enrollados en un lugar aparte Jn 20, 1- 8.
Pedro y Juan encuentran el sepulcro vacío un momento de dudas se les vino encima; pero reaccionaron recordando sus constantes insinuaciones: El Hijo del hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, sacerdotes y escribas; y ser muerto y resucitar a los tres días" Jn 9,22.
"¡¡¡Resucito!!!, ¡¡¡Resucito!!!" Fue un grito con lleno de gran fuerza que llena de sentido la vida". Si, sucedió y no solo en la tumba de Jesús se notó ese día domingo muy de mañana, sino que repercute hoy en todos aquellos que les quieran dar sentido a la vida.
La vida nueva se revela en una tumba vacía; cuando nuestro ser de seguidor de ese Jesús Resucitado se deshace de sus seguridades que le arrebatan la vida y con un alma limpia de toda atadura, decide emprender con la ayuda del Espíritu del Resucitado, un camino seguro y pleno, lleno de esperanza.
Tenemos pues ya una participación con Cristo Resucitado en la vida eterna; pues ella comienza para nosotros en esos momentos del desprenderse de todo y que ha de terminar en el momento de nuestra resurrección final.
Alegrémonos y gritamos como esos discípulos que estaban en el sepulcro vacío: "¡¡¡JESÚS ESTÁ VIVO!!! HA RESUCITADO!!!"
Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
posted by Laureano García Muentes at 7:38 a.m.