sábado, noviembre 23, 2019
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Sábado 23 de Noviembre del 2019


"JESÚS NOS ACLARA SOBRE LO QUE ES LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE"

Bendecido seas Padre Celestial por tu gran amor hacia nosotros. En este día te alabamos y te bendecimos por ser tan bueno y Misericordioso.
Danos paz y esperanza!!!

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 20,27-40, Jesús nos aclara una vez más como será nuestra vida después de la muerte, en la que nadie de nosotros será propiedad de otro.

Los Saduceos era una comunidad muy pudiente y con un poder político que podían vivir de manera solvente y sin necesidad de nadie, por tanto, no les importaban el pago de los impuestos que el César Romano les cobraban. 

Ellos, no creían en la resurrección, pero querían justificarse ante Jesús e intentan enredarlo con una pregunta de tipo razonable  para ponerlo a prueba y poder señalarlo. Ello, basados en la ley  establecida en el libro del Deuteronomio 25, 5-10. 

Jesús con una sabia respuesta les hace ver, en primer lugar, que el matrimonio de un hombre y una mujer, es una realidad natural y necesaria para la prolongación de la vida humana en la tierra; y que es la fuente y origen de la vida.

En segundo lugar, le habla de la vida futura, la resurrección. Y les aclara que no es la simple prolongación de esta vida terrena con sus necesidades y deficiencias, sino un estado de vida absolutamente pleno donde ya no habrá necesidades que satisfacer.

En tercer lugar, Jesús les prueba basado en las Escritura, que también los saduceos aceptaban como base de su fe judía, que Dios es un Dios de vivos y que por lo tanto el destino de todo hombre y de toda mujer es llegar a compartir esa vida plena con Dios.

Jesús les contestó: "En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos porque para Él todos viven" Lc 20, 34-38.

Este Evangelio de hoy nos ha de aclarar que El Dios de los antepasados, el Dios de la alianza, es un Dios fiel a sus promesas de una vida sin fin. Por eso, Dios no puede abandonar al hombre al poder de la muerte. En su fidelidad a su promesa, es: La Resurrección. 

Por ello, la resurrección de Jesús, es el cumplimiento de esta promesa de vida que es plenitud total.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a no seguir preocupándonos por esta gran realidad, la muerte y la vida futura; más bien vivamos preocupados en brindarnos amor incondicional los unos con los otros y asistiendo en sus necesidades a los hermanos pobres y que requieren de nuestro apoyo. 

Les invito a que multipliquemos la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:12 a.m. | Permalink |


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