REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
Viernes 25 de Octubre del 2019
" APRENDAMOS A ENCONTRAR A JESÚS EN NUESTRAS FRAGILIDADES"
Oración:
Bendito y alabado seas por toda la humanidad Señor. A pesar que estás presente en medio de todas las cosas, muchos no te vemos ni te reconocemos; pero tú, eres constante y persistente, siempre estás dispuesto y esperas que voltiemos la cara hacia ti y seamos capaces de verte como el amigo fiel, él Salvador del mundo.
Reflexión:
El Evangelio de hoy tomado de Lc 12.54-59 nos presenta una gran realidad a cerca de nuestros procederes y comportamientos que aún son inciertos a la gran Verdad, de quien es Jesucristo, el Resucitado, nuestro Salvador de la humanidad.
Podemos discernir de este pasaje Evangélico que Jesús regaña a la multitud de personas que le sigue, diciéndoles: "Cuando ven levantarse una nube en oriente, enseguida dicen que lloverá, y así sucede. Cuando sopla el viento sur, dicen que habrá calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Saben interpretar el aspecto de la tierra y el cielo, ¿cómo entonces no saben interpretar el momento presente?" Lc 12, 54-56.
Que gran realidad. Los discípulos como la gente que estaban siguiendo a Jesús vivían unas expectativas diferentes; estaban centrados en otras cosas: verle como un Mago, uno hombre que les iba a sacar del atolladero donde se encontraban porque era rebelde y se oponía a las leyes, les daba alimento y bebidas, le resucitaba a sus familiares, etc, etc.
Hoy nosotros, igual que aquella multitud, vamos siguiendo al Maestro, y lo vamos viendo como a ese hombre que entregó su vida y murió en una cruz por nuestros pecados, que resucitó de entre los muertos y que está vivo entre nosotros. Y hasta ahí.
Pero...¿le conocemos?, ¿sabemos quién es Él en verdad?
Hoy Jesús como ayer está presente en el mundo y nos sigue acompañando y enseñando las Santas Escrituras como lo hizo con aquellos discípulos decepcionados que al ver acabadas sus esperanzas por haberles matado a su líder, el hombre que les iba a sacar del barro donde se encontraban; que salieron hablando tristes y frustrados hacia la población de Emaús.
Ellos, como muchos de nosotros hoy, aún, no lo hemos podido ver, sentir y reconocer en el mismo camino de la vida; a pesar que va a nuestro lado hablándonos cada días con sus Palabras hermosas que nos ayuda a encontrar un camino seguro y distinto.
Nos quedamos en la cruz y al pie de ella, llorando nuestras desgracias y lamentando nuestros sufrimientos y la frustración de nuestros sueños; y... no nos levantamos a pesar de que al llegar el fin del día, cuando su compañía pareciera diluirse, nos creemos capaces de despertar y descubrirlo como ese que es El Salvador.
Si, nos quedamos mirando en el cielo esas nubes negras y sintiendo de que va a llover y van a llegar los vientos fuertes, para así, predecir el tiempo. Pero... no buscamos en nuestras profundidades el reconocernos como hombres frágiles que tienen muchas fortalezas para levantarnos y continuar el camino de la vida con unas metas diferentes y mejores al lado del Resucitado.
Tenemos pues una gran oportunidad en nuestras manos: Nacer de nuevo, nacer del Agua y del Espíritu reconociendo la necesidad suprema de Conocer al Único y Verdadero Dios y a su Enviado, Jesús el Cristo como el Salvador Jn 17.3
Dios es nuestro refugio y fortaleza en el tiempo presente y quienes estamos desesperados y angustiados, podemos buscarle y encontrar el refugio más maravilloso en Él, que es Misericordia
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a tener un corazón creyente y cargado de esperanza, que nos libere de nuestras actitudes egoístas y egocéntricas para abrirnos y descubrirle en el atardecer, cuando para todos nos parte el Pan.
Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.