martes, octubre 22, 2019
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
 Martes 22 de Octubre del 2019

" SEAMOS LUZ PARTA EL MUNDO"

Oración:
Dios de amor y de infinita Misericordia danos consuelo por esos dolores que te hemos causado y alegría al volver a vivir conforme a tu Voluntad. Tú que eres justo y generoso, guía siempre nuestros pasos y llevamos a encontrar al final del camino  tu gloria. 

Reflexión:

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 12,35-38 se nos resalta una vez más esa imagen del ser Lámparas Encendidas.

¿Y eso que nos significa a nosotros, que hacemos parte de la humanidad?
Ello representa para quienes seguimos los pasos del Maestro- Jesús de Nazaret, el Resucitado, que debemos SER LUZ PARA EL MUNDO. Y... quizás, nos preguntamos, ¿como así? ¿Luz?

Pues Jesús nos ha hecho una gran propuesta; para ser sus amigos, sus servidores,  sus discípulos y profetas, ¿recuerdas?...que debemos asumir su vida, sus ejemplos, sus virtudes, su solidaridad con los más necesitados, su amor, el construir y edificar sociedades nuevas donde reine el amor, la justicia, la igualdad y la paz. Ser Luces como las Estrellas que brillan en el universo:  Guías espirituales que brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad. Daniel 12,3

Y esa lámpara, es necesario mantenerla encendida sobre la mesa o en lugar más alto de nuestra casa; y no debajo del estante donde la sombra la opaca.

Lámparas encendiendo al mundo, dando calor al que tiene frío, al que vive en la oscuridad,  al que llora por no tener luz. Eso somos los que esperamos con ansias al amo que vuelva de la boda, para abrirle cuando llegue y llame Lc 12,36

Entonces, tenemos que mantener dispuestas las lámparas con el aceite al término, es decir, full; que no nos falte nada y claro está, con la ropa adecuada para gozar la gran fiesta.

Pero ojo: No podemos entrar solos a la fiesta ya que en ella, se requiere de muchos para que allí, se viva la alegría y el entusiasmo, ya que la fiesta se celebra con mucha gente, es decir,  en comunidad. Por tanto,  hay que hacer partícipe de la invitación a muchos hombres y mujeres para que se preparen como nosotros y puedan entrar y gozar la fiesta. 

Recordemos: Tenemos que ser justos e incluyentes y eso, nos debe preocupar. No podemos quedarnos con las tarjetas de invitación guardadas y bajo llave; viviendo tranquilos y adormecidos en nuestras comodidades. Hay que repartirlas y hacer participes de la fiesta a muchos.

"Dichosos los sirvientes a quienes el amo, al llegar, los encuentra despiertos: Les aseguro que Él mismo recogerá su túnica, los hará sentarse a la mesa y les irá sirviendo" Lc 12, 37.

Pidámosle al Espíritu Santo que no nos abandone en este caminar al que nos llama el Señor y que siga tocando nuestras puertas para que con esa insistencia, seamos capaces de abrirle y alojarlo en nuestra casa.

Te invito a que multipliques la invitación a leer estos mensajes de Reflexión de la Palabra diaria entre tus familiares y amistades. Todo para la Gloria de Dios Padre.


 
posted by Laureano García Muentes at 11:24 a.m. | Permalink |


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