REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY
Miércoles 07 de Agosto del 2019
Mt 15. 21 -28
"MUJER, QUE GRANDE ES TU FE"
Cuantas veces nos hemos sentido defraudados a pesar de tener una gran confianza en Dios y pedirle con mucha insistencia que atienda nuestras necesidades y nos brinde su ayuda?
Hoy en el Evangelio de Mt 15.21-28, Jesús a pesar de su dura respuesta a la mujer Cananea nos enseña que una petición hecha con una Fe firme donde se demuestre la sinceridad del corazón, se logra con la insistencia y la perseverancia, pues son estos los factores fundamentales que nos ayudan a obtener de parte de Dios las gracias a nuestros deseos.
En el episodio narrado por Mateo, se lee: "Jesús fue a la región de Tiro y Sidon, y allí, una mujer Cananea (pagana y que no pertenecía al pueblo de Israel), que sale al encuentro y le grita: ¡¡¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mi!!! Mi hija es atormentada por un demonio". Mt 15.22
Muchas veces buscamos a Dios en las situaciones extremas de la vida y mientras tanto, lo olvidamos y hasta lo desconocemos por estar sumidos en los deseos desordenados del mundo.
Orar y pedir con una Fe firme es buscar el acercamiento a Dios; es como gritarle con insistencia demostrándole nuestra humildad, nuestra mansedumbre, dejar a un lado la arrogancia y el interés; y doblegando nuestros deseos, arrodillarse ante el Señor para suplicarle que atienda nuestras necesidades que son de importancia para nuestro ser.
Recordemos: que una Fe fuerte nunca se apoya en los favores que recibimos de parte de Dios sino, teniendo a Jesús en el corazón por ello, hoy pidámosle que Él sea nuestro único y verdadero intermediario.
"¡Señor, ayúdame! (Mt 15.25)" Le gritaba la mujer acercándose a Él; y postrándose a sus pies luego que los discípulos le suplicaran, ellos, le dicen: "Señor, atiéndela, para que no siga gritando detrás de nosotros".Mt 15.23
Jesús le respondió: "No está bien quitar el pan a los hijos para echárselos a los perritos" Ella respondió: " Señor, pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños". Entonces Jesús le contesto: "Mujer, ¡Que Fe tan grande tienes!". Mt 15.28
Jesús notó la sinceridad de su corazón y atendió su deseo. Ella, a pesar del rechazo, siguió firme e insistió demostrando a Él una FE firme y una mente abierta.
Pidámosle hoy al Espíritu Santo que en los momentos donde nos sintamos defraudados y tristes, con Fe hablemos a Dios con sinceridad, entregándole sin medidas el peso que cargamos en nuestros corazones.