REFLEXIÓN AL EVANGELIO DE HOY
Martes 30 de Julio del 2019
Mateo 13.36-43
"EXPLICACIÓN DE LA PARÁBOLA DE LA CIZAÑA"
Dios mío, tu eres Bueno y grande en Misericordia, te damos las gracias por la vida diaria y porque nos tomas de tus manos para guiarnos por el camino que nos lleva a esa perfección que deseas de nosotros.
El Evangelio de hoy tomado de Mt 13.36-43, Jesús nos advierte sobre el como será el juicio final de la humanidad, así, lo podemos leer y discernir en esta Palabra de hoy:
Los discípulos de Jesús, después que Él despidiera la multitud que le seguía y a quienes les explicaba por medio de parábolas la llegada del Reino de Dios y la importancia que este tiene para la humanidad; los discípulos inquietos por lo que decía, se le acercaron a preguntarle sobre el significado de la cizaña; entonces, Él les respondió: "El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los súbditos del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo; los cosechadores son los Ángeles. Así como se junta la cizaña y se echa al fuego, así sucederá al fin del mundo". Mt 13. 37-40
No podemos quedarnos quietos dejando que la semilla buena germine y crezca al lado de la semilla mala, esa misma, que siembra en nuestras noches oscuras el maligno; sino que, tenemos que esforzarnos para que esa siembra de la semilla buena, sea próspera, que el plantío se mantenga vivo y erguido, que le brindemos todos nuestros esfuerzos con amor, para que asi, con nuestros cuidados, crezca frondoso y obtengamos los frutos que esperamos.
Es está, una práctica que nos enseña hoy nuestro Maestro Jesús, pues de su cuido, depende la abundancia de la cosecha.
Cuantos de nosotros nos preocupamos por hacer juicios anticipados y hasta discutimos porque unos siguen carismas y espiritualidades diferentes sin que, ni siquiera se preocupen en conocer de fondo a Jesús y cual es la práctica auténtica a que nos invita para compartir lo que Él enseña: EL AMOR
Hoy el Evangelio nos invita a que TRABAJEMOS VERDADERAMENTE POR EL REINO haciendo todo lo posible por CUIDAR LAS SEMILLAS y CONVERTIR, porque no, a esas MALAS HIERBAS en UNA EXCELENTE COSECHA DE TRIGO
RECORDEMOS QUE PARA DIOS, NO HAY NADA IMPOSIBLE
Preguntémonos, ¿Nos esforzamos con Fe, Esperanza y Alegría a cuidar y hacer crecer la Semilla de Dios en nuestras vidas?
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a esforzarnos cada día por cuidar las SEMILLAS QUE DIOS SIEMBRA EN NOSOTROS y con Fe y Esperanza procuremos obtener una EXCELENTE COSECHA.
posted by Laureano García Muentes at 7:21 a.m.