Quiero referirme a los milagros realizados por Jesús de Nazaret con el
fin de resaltar estos prodigios en este tiempo de la historia que pareciese
complicado entender como el Hijo de Dios hecho hombre se muestra aun en medio
de nosotros y continua mostrándonos el camino para llegar al Padre en medio de
tantas dificultades.
Los milagros que nos narran los evangelios son numerosos, pero en este
pequeño articulo voy a tomar el Evangelio de Marcos cap. 5, 41-42 que dice: “Y
tomando a la niña de la mano, le dijo: Talita cumi (que traducido significa:
Niña, a ti te digo, ¡levántate!). Al instante la niña se levantó y comenzó a
caminar, pues tenía doce años. Y al momento se quedaron completamente atónitos”.
En estos relatos encontrados en los evangelios, se muestra la existencia
de Jesús como el Salvador del mundo, El rompe todos los esquemas y resalta a la
mujer y la libera de las leyes absurdas que la marginan. El cariño y cercanía
de Padre con las que Jesús se dirige a la niña nos deja ver su amor, el mismo
amor que Dios le trasmite a Él como hijo suyo; y a partir de ahí, la niña
reacciona y se incorpora a la vida. Jesús no le teme a nada, su
propuesta incomoda a algunos, pero El sigue mostrando a ese Dios amoroso que se
preocupa por sus hijos.
Generalmente, no pensamos en el Señor cuando todo va bien, cuando la
vida nos sonríe, y nos vemos felices. Volvemos a pensar en El cuando el
sufrimiento, los problemas, los fracasos etc... tocan nuestro aparente bienestar.
Y le suplicamos, le hacemos promesas... para olvidarle de nuevo cuando todo nos
parece haber vuelto a la normalidad. No hemos entendido que podemos transformar
por completo nuestras confusas vidas, basta con dejarnos tocar por Jesús y
permitir que realice el milagro de amor en nuestras vidas. Jesús inaugura el
Reino de Dios y sus milagros son una llamada a una respuesta creyente y son el
resultado del poder sobrenatural del Espíritu de Dios. Por tanto, Jesús hizo
milagros para confirmar que el Reino de Dios estaba presente en Él. Ello nos
llevará a vivir con fe y confianza para atravesar el transcurrir de los años
con sus dificultades hasta las más dolorosas. Compartamos esos milagros que
Jesús realiza en nuestras vidas con los hermanos para crecer mutuamente y darle
la esperanza que El nos ofrece.
Los milagros que realizó Jesús son señales de que Él ha manifestado su
poder de salvar al hombre del mal que lo amenaza y se entrega a sufrir hasta su
muerte y muerte en Cruz.
Mary García García