lunes, septiembre 28, 2015
¿COMO HA DE SER LA ACTITUD DE UN DISCÍPULO DE CRISTO?

La actitud del discípulo de Cristo en un ambiente hostil ha de ser de cautela y de prudencia para no actuar con ingenuidad ante los demás, procurando no ser falso en palabras y en actitudes.

Es importante que tomemos conciencia que también hacemos parte de la misma sociedad injusta que margina y explota; y que por esas falencias, somos muchos los que hoy vivimos en una sociedad sin armonía y cargada de desigualdades.

La sencillez no debe confundirse con la ingenuidad ni con la ligereza. Y… en ellas, somos muchos los que allí caemos.

Miren, la sencillez es transparencia, lealtad y sinceridad y la sagacidad es prudencia: Esta última, con la ayuda del Espíritu de Jesús nos permite valorar las situaciones  y nos abre a discernir entre el bien y el mal en un servicio a Dios y a los hermanos, sin dejarse llevar por la doblez y el deseo de poder, dominio o explotación.

En el pasaje del Evangelio de Mateo 10: 16-23 Jesús predice todo tipo de persecuciones que van a tener sus discípulos al involucrarse a una acción pastoral popular de evangelización, cuando nos dice: “Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas…Os entregaran a los tribunales y os azotaran por mi causa”.

Contemplemos que es el mismo Jesús quien nos envía a combinar la prudencia de las serpientes con la sencillez de las palomas.

Ser verdadero seguidor de Jesús no es fácil como lo vemos, pero el nos pide que seamos perseverantes  y que no decaigamos en nuestros intentos de ubicar nuestras acciones pastorales con miras a cambiar la mentalidad obstruida de la sociedad que solo se basa en las seguridades que le ofrece el mundo. Eso, también nos los pide Él cuándo nos exhorta a perseverar hasta el final para así alcanzar la salvación que nos ofrece.

No podemos mirar las cosas que nos suceden como un fracaso, ni el motivo para salir huyendo de la sociedad ni de aquellos que más necesitan de nosotros; sino que estas situaciones difíciles las tomemos como el camino que Dios nos ha marcado para alcanzar el éxito.

La fe ha de afirmarnos y nos ha de fortalecer para no ser pesimista a pesar de lo duro del camino.

San Pablo en su carta a los Hebreros 12,1 y siguientes. Nos exhorta con estas palabras: Corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inicio y completa nuestra fe: Jesús que renunciando al gozo inmediato, soporto la cruz sin miedo a la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del Padre”.

Hagamos pues nosotros lo mismo en las adversidades de la vida diaria. Construyamos nuestra vida sencilla, alegre y servicial para así, poder testimoniar a todos los que stan a nuestro alrededor nuestra fe y esperanza a base de la comprensión, la solidaridad y la comunión de vida con nuestros hermanos.

SEÑOR, QUE TU PALABRA NOS HAGA SENCILLOS Y SAGACES PARA QUE NO CLAUDIQUEMOS EN LA MISIÓN QUE TU NOS HAS SEÑALADO REALIZAR


 
posted by Laureano García Muentes at 9:18 a.m. | Permalink |


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