Nunca
como nos ocurre hoy, hemos tenido tantos caminos, puertas y alternativas a
nuestro alcance. Se nos ofrecen a la vista multitud de proyectos y de ellos,
proliferan muchas personas que los quieren liderar y encausar pero, carentes de
autenticidad.
Son
pocos los que en verdad saben transmitir valores humanos y cristianos y sus
coherencias de vida con los mismos dejan mucho que desear. Estos valores y
otras razones que nos son fundamentales para la vida, hacen sembrar razones en
la sociedad para que sean muchos los que conociendo sus testimonios, se atrevan
a conocerles y seguirles.
Vemos
que en este mercado del pastoreo, muchos ladrones que ofrecen felicidad a
cambio de sus conveniencias; son mercaderes de la vida y de la felicidad, son
falsos líderes y son falsas sus alternativas, que engañan y encausan a muchos
por caminos equivocados.
Dios
es fuente de vida y de plenitud, la sostiene y la defiende incluso en los
momentos más decisivos y adversos. El nos da fuerzas para comenzar de nuevo,
nos alimenta de su confianza y nos llena de esperanzas aunque creamos que
nuestra vida se apaga.
La
lamina que hoy les presento para esta reflexión, es una bella imagen, la imagen
de Jesús Buen Pastor que ha encontrado la oveja descarriada y la carga sobre
sus hombros.
Una
lamina que nos hace reflexionar sobre el peso de nuestras cruces, esas que cargamos
en nuestros hombros día a día; esas frustraciones que hemos tenido, aquellas
ilusiones que creemos apagadas, aquellos fracasos, etc. que creemos habernos vencido.
Esta
imagen de Jesús Buen Pastor, nos fortalece y nos llena de valor y nos transmite
la ternura de ese ser supremo que nos espera con sus brazos abiertos, nos llama
e invita a encontrarnos con Él para salvarnos.
El
hoy nos recuerda una vez más sus Palabras: “Les aseguro: La puerta de las ovejas soy
Yo. Todos los que vinieron antes de mi son ladrones y bandidos. Yo soy la
puerta: Si alguien entra por mí, se salvará; podrá entrar y salir, y encontrara
pastos” (Jn. 10. 1-10).
Jesús
se nos presenta una vez más, como único y verdadero líder capaz de liberar a
todos para tener una vida en plenitud. Junto a Él, todos nos sentimos líderes
que marchamos a un mundo sin fronteras para transformar a todas las personas
sin distingo de raza, religión o clases sociales, rebaños estos manoseados y
manipulados por falsos líderes a gusto de sus intereses personales, “señores”
que se apropian de la autoridad.
Con
Cristo hemos de sentirnos amados y salvados. Cuanta Paz trae a nuestra alma.
EL SEÑOR ES MI BUEN PASTOR, CON ÉL EN MI CORAZÓN
NADA ME FALTA