TE INVITO A REFLEXIONAR HOY EL ACTUAR QUE TUVO JESÚS FRENTE A SUS DISCÍPULOS:
¡LAVARLES SUS PIES!
¿No crees que este gesto sea un gran EJEMPLO para imitar?
¿No crees que este sea el propósito principal que deseemos en
muchas de nuestras oraciones?
Nos hemos de considerar imitadores cuando demos ejemplo a
los demás de la manera como enfrentamos las dificultades y cargamos nuestras
cruces.
• Lavar los pies de otros es amarlos aun cuando no
merecen tu amor.
• Lavar los pies de otros es hacerles el bien aun
cuando no nos regresen el favor.
• Lavar los pies de otros es considerar sus
necesidades tan importantes como las tuyas.
• Lavar los pies de otros es perdonarlos aún si no
dicen "Lo siento".
• Lavar los pies de otros es servirlos aun cuando
la tarea sea desagradable.
• Lavar los pies de otros es hacerles saber que te
preocupas cuando se sienten oprimidos o cargados.
• Lavar los pies de otros es ser generoso con lo
que tienes.
• Lavar los pies de otros es poner la otra mejilla
en lugar de tomar represalias cuanto te tratan injustamente.
• Lavar los pies de otros es hacer ajustes en tus
planes para poder satisfacer sus necesidades.
• Lavar los pies de otros es servirlos con humildad
y no con esperanza de recompensa.
Fíjate en la postura de Jesús. Se arrodilló.
Imagina a Jesús arrodillándose frente a ti, inclinándose hasta el nivel de tus
pies y dulcemente atendiendo tus necesidades.
Él en realidad lo está haciendo,
justo ahora, hoy. ¡Y lo hará otra vez y otra vez, tantas veces como necesites
que Él se preocupe por ti!