Llegaba
del colegio muy contento mi nietecito menor de siete años y corriendo, aun con
sus útiles escolares, se me acerco para abrazarme muy fuerte y decirme:
“Abuelito, mi profe me felicito por una experiencia que tuve en clase”. Yo, un poco turbado de lo que decía, le pregunte: ¿Que te sucedió? cuéntame: “Figúrate abuelito, la profe nos invito a que describiéramos y dibujáramos en una hoja de papel el cielo y en él, el mejor de nuestro sueño”. Yo le dije admirado: ¡Caramba! Y prosiguiendo me dijo: “Y sabes abuelito, yo al principio me embolate, no sabía por dónde comenzar; y sabes abue, que me salió de pronto, no sé cómo, pintar algo que había vivido contigo” Yo le dije: ¿Vivido conmigo? ¿Cómo así? Y siguió hablándome: “Si abuelito” “¿Te acuerdas de aquel domingo de las vacaciones que fuimos a bañarnos con mi hermanita, mi papá y mi mamá al mar? “Bueno, ¿adivina? ¡Pinté el mar! Y a la orilla de él un bosque lleno de plantas con muchas flores. También, en el paisaje me pinte contigo, mi abuelita y a mis amigos del colegio,” “¿y… sabes qué? en el centro del mar, sentado sobre una enorme piedra pinté a Dios” ¿A Dios? ¿Si, hijito? Le dije… ¿Eso pintaste? y ¿Cómo lo hiciste hijito? Y él lleno de gran asombro por su hazaña me respondió: “Si abuelito, pinte a un Señor ya grande y viejito como tú, ja, ja. (Risa) ¿Y sabes que escribí debajo del dibujo?” Aja, le dije asombrado. “Estas palabras:”No solo para las vacaciones, sino para siempre” “Y cuando mi profe lo vio alegrándose mucho por lo que hice, me abrazo duro” ”Yo le dije: ¡Hijito Dios fue tu inspiración! ¡Qué extraordinaria experiencia! Sabes hijito, que Yo, también me alegro, te felicito y me enorgullezco de ti.
“Abuelito, mi profe me felicito por una experiencia que tuve en clase”. Yo, un poco turbado de lo que decía, le pregunte: ¿Que te sucedió? cuéntame: “Figúrate abuelito, la profe nos invito a que describiéramos y dibujáramos en una hoja de papel el cielo y en él, el mejor de nuestro sueño”. Yo le dije admirado: ¡Caramba! Y prosiguiendo me dijo: “Y sabes abuelito, yo al principio me embolate, no sabía por dónde comenzar; y sabes abue, que me salió de pronto, no sé cómo, pintar algo que había vivido contigo” Yo le dije: ¿Vivido conmigo? ¿Cómo así? Y siguió hablándome: “Si abuelito” “¿Te acuerdas de aquel domingo de las vacaciones que fuimos a bañarnos con mi hermanita, mi papá y mi mamá al mar? “Bueno, ¿adivina? ¡Pinté el mar! Y a la orilla de él un bosque lleno de plantas con muchas flores. También, en el paisaje me pinte contigo, mi abuelita y a mis amigos del colegio,” “¿y… sabes qué? en el centro del mar, sentado sobre una enorme piedra pinté a Dios” ¿A Dios? ¿Si, hijito? Le dije… ¿Eso pintaste? y ¿Cómo lo hiciste hijito? Y él lleno de gran asombro por su hazaña me respondió: “Si abuelito, pinte a un Señor ya grande y viejito como tú, ja, ja. (Risa) ¿Y sabes que escribí debajo del dibujo?” Aja, le dije asombrado. “Estas palabras:”No solo para las vacaciones, sino para siempre” “Y cuando mi profe lo vio alegrándose mucho por lo que hice, me abrazo duro” ”Yo le dije: ¡Hijito Dios fue tu inspiración! ¡Qué extraordinaria experiencia! Sabes hijito, que Yo, también me alegro, te felicito y me enorgullezco de ti.
Esta
hermosa experiencia hoy la trascribo a ustedes y quisiera que ella fuese
trascendiendo a muchos hombres y mujeres que de una u otra forma sueñan un día
en encontrar un futuro promisorio y lleno de amor.
Miren
como son las cosas de hoy en día. Pareciera que nuestros sueños de ver un mundo
mejor se diluyeran en la inmensidad del mar. Pero…no observamos quien está en
el centro de todo ello.
Muchos
somos los que pensamos solo en disfrutar la vida presente, en realizar los
sueños futuros expuestos a las cosas materiales, donde el poder, el dinero, el
odio, la envidia es el “motor principal” Y… no hacemos nada por proyectar nuestros propósitos y metas, hacia la esperanza donde se acreciente constantemente el entusiasmo y el
protagonismo de mostrar a un Dios lleno de amor y dueño de todo lo que existe.
Si,
un Dios Padre que este iluminando constantemente nuestros pasos, dándonos
fortaleza a nuestros ejemplos y que nos recargue de pasión y esperanza para contagiar
a muchos de los que tenemos cerca, demostrándoles que todo en la vida es posible, si hacemos todo con amor y colmando nuestros corazones de la presencia permanente de El.
Les
invito a que nos preguntemos: ¿Que estamos haciendo como cristianos para ser
una muestra y un ejemplo de este futuro que muchos soñamos de la sociedad? ¿Mostramos
con nuestras vidas que estamos impregnados del amor de Dios?
Yo
les invito hoy a que mantengamos en nosotros la esperanza, de un futuro abierto
cargado de flores hermosas como las ha soñado mi nietecito, apoyada en la
fuerza y la fidelidad a Dios. Por ello, les invito a leer y discernir la lectura
del libro del Apocalipsis: 21, 1-7 y 22, 3-5. Y antes de hacerlo, dispongamos
un momento de silencio, oración y atención a lo que vamos a leer, para así,
sacar de ella, los verdaderos frutos.
SEÑOR, HOY NOS MUESTRAS
TUS MANOS QUE NOS ACOGEN Y NOS AYUDAN A LEVANTARNOS. COLOCAMOS EN TI NUESTROS
SUEÑOS Y ESPERANZAS.