martes, abril 05, 2011
SI TENEMOS FE EL ESPÍRITU SANTO NOS SANTIFICA

En unas de sus exhortaciones el Siervo de Dios Padre Francisco María de la Cruz Jordán nos dice: “Esforzaos por ser santos y entonces comprenderéis que vuestra dignidad es divina. Así veréis cuan sublime es la dignidad que Dios os confía”

El Espíritu Santo nos ayuda a alcanzar la santidad solo si nuestra fe se hace firme y nos esforzamos cada día por ser santos.

Miren, el Espíritu Santo comparte la misma santidad de Dios como también, la perfección del amor; porque es Dios y es santificador. Es El, quien nos va transformando a imagen de Cristo y nos va llenando del amor de Dios hasta que quedemos saturados de ese amor y nos convirtamos en santos.

Cristo con su sacrificio en cruz nos llama a la santidad y nosotros en nuestra vida diaria, en medio de nuestras actividades y dentro del mundo donde nos movamos, tenemos que demostrarlo, cambiando de conducta, siendo testimonios del amor y actuando con fidelidad a Dios, es decir, haciendo su voluntad.

Y es que la conducta y el actuar de todo cristiano ha de notarse; si de verdad nos hemos convencido de que en Jesucristo esta la vida en plenitud, nuestro actuar y comportamiento han de ser distintos porque ya somos personas nuevas; ya las cosas viejas pasaron al olvido.

Si no estamos convencidos de esta nueva etapa de vida seguiremos en el mundo enredados en medio de lujurias, idolatrías, vicios, borracheras, etc. y no heredaremos el reino que Dios nos ha prometido.
En la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (5,17), nos menciona esos tipos de personas que no podrán heredar el Reino prometido por Dios y nos añade: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido santificados en el nombre de Jesús y por el Espíritu Santo” (1Co.6.9-11).

Y es que tenía la razón por que los habitantes de Corinto ya no eran como lo habían sido antes de su conversión, ellos, ya manifestaban el poder transformador del Espíritu Santo, mas sin embargo, su santificación no había sido completa ya que en ellos aún quedaban muchas manifestaciones de la carne.

El Padre Jordán nos pide firmeza, templanza y mucha fe para que podamos ser como el sol que brille en la oscuridad de la noche.

En este tiempo de Cuaresma es importante que meditemos un poco sobre nuestro querer seguir a Cristo. Si de verdad nuestras conductas frente a la vida no son contradictorias a lo que Dios quiere de nosotros. Si somos responsables de nuestros actos. Estas meditaciones nos ayudaran a comprender el verdadero significado de lo que cuesta seguir a Jesús. Recordemos que nuestras acciones son las que muestran nuestro estado de santidad.

Preguntémonos hoy: Que tenemos que cambiar para dar mejor testimonio de la acción misericordiosa de Dios en nosotros? Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a interiorizar estos momentos.

SEÑOR, TE HE VISTO Y TE HE SENTIDO ACTUAR EN MI VIDA INTERIOR, AYUDAME A TRANSFORMARLA Y A VIVIR A PLENITUD LA FIDELIDAD.
 
posted by Laureano García Muentes at 7:22 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>