sábado, enero 22, 2011
NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS

Nuestras relaciones con los demás dependen en gran parte de la manera o forma de cómo nos comunicamos.
Nos hemos acostumbrado muchas veces a decirnos las cosas con tonos fuertes, creyendo que así, podemos hacer comprender al otro “la verdad” de nuestros criterios e intenciones. Parece ser que se nos ha olvidado que la mejor manera de lograr que nuestros puntos de vista sean aceptados, no es gritando e imponiendo los criterios.
Si nuestras intenciones y sentimientos son expresados de manera que el otro los capte sin generar los conflictos, compartiendo mejor los espacios que vivimos e intercambiando nuestras ideas de manera amable y entendible, podríamos ayudarnos unos a otros a ser felices.

De verdad, nos estamos acostumbrando a no comunicarnos las cosas sin tener en cuenta que cuando se establece una comunicación del uno con el otro, lo que se quiere es compartir significados, ideas, gustos, conocimientos, etc. y también los valores que hemos aprendido.
Parece ser que no hemos podido entender que para lograr que nuestros puntos de vista sean aceptados o tenidos en cuenta, es dialogando de manera entendible, suave y convincente procurando que el otro nos escuche de manera efectiva. Teniendo en cuenta que quien nos escucha está dispuesto a percibir nuestro sentir y guiarnos o ayudarnos.

Miren hay una gran realidad. No podemos pretender convencer de nuestras ideas a quien despreciamos, ni mucho menos podemos esperar que nos crea aquel al que nosotros no le creemos.
Jesús nos enseñó durante su vida entre nosotros, que la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos es ayudando y compartiendo con los demás. Cuanto más conmueva nuestra vida a los demás, más brillante y resplandeciente será en medio de cualquier circunstancia o adversidad. Ello nos quiere decir, que si queremos ser escuchados, debemos aprender a escuchar; si queremos ser amados, debemos aprender a amar, a servir y a dar.

De verdad, hemos sembrado muchos egoísmos en nuestros corazones y ellos nos llevan a pensar que vale la pena actuar e imponer en el otro nuestra fuerza, nuestros criterios, pensamientos, etc, en los demás.

Hoy debemos proponernos a levantar nuestro ánimo viviendo con la fuerza y ganas que nos regala nuestro Dios a través de su Espíritu, quien nos invita a compartir todo lo que tenemos y nos regala, comunicando a todos sus gracias y bendiciones, ayudando para que ellos como buenos escuchas, se animen y cambien también su manera de ser y expresar sus ideas y pensamientos.

SEÑOR, AYÚDANOS A BRINDAR A LOS DEMÁS TU FUERZA Y PROEZAS QUE NOS AYUDAN A SER MEJORES
 
posted by Laureano García Muentes at 4:18 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>