martes, febrero 22, 2011
COLOQUEMOS NUESTRA MIRADA EN JESÚS Y TOMEMOSLO COMO EL MODELO DE NUESTRAS VIDAS

De Jesús procede nuestra fe y es El quien la perfecciona.

Jesús soportó la cruz por todos nosotros sin hacerle caso a lo que podría significar la muerte ya que sabía que después del sufrimiento vendría el gozo y la alegría.

Hoy quisiera que centremos la mirada en Jesús y lo coloquemos en nuestros corazones como el modelo que tenemos que imitar para que podamos alcanzar la perfección que nos quiere dar.

Les pido que meditemos sobre la manera como asumió la cruz. Sabemos que fueron momentos de grandes sufrimientos y de mucho dolor. Coloquémonos en su persona.

Miren, en la pasión de Jesús hay un acto de voluntad personal, porque El acepta las consecuencias de sus opciones históricas. El apuesta por confiar en el Padre y por vivir todo desde su relación con el Padre sacando de ella, la fuerza que requiere para vencer el dolor y el sufrimiento que le significo la cruz.

Vamos a ubicarnos en esos instantes de angustia, dolor y sufrimiento y seamos capaces de enfrentarlo todo. Enfrentar el dolor, las tristezas, las dificultades de la vida, las angustias, los egoísmos, las envidias y todo aquello que nos causa desestabilidades emocionales que nos impiden levantar la cabeza y seguir los pasos de Jesús con decisión.

No podemos dejar que el dolor y los sufrimientos nos quiebren la vida y nos envuelva en el desespero y las frustraciones. Tenemos que ser fuertes y aprender a soportar. Tenemos que confiar y creer en el poder de Dios, y con confianza, alegría y gozo tomados de sus manos misericordiosas, seamos fieles a sus enseñanzas que nos brinda.

Cuantos momentos vivimos donde la vida nos parece dura y que nos golpea sin compasión; con toda firmeza y decisión tomemos a Jesús y hagámoslo centro de nuestras vidas, como ese maestro que nos enseña, nos guía y nos invita con su fuerza que nos regala a ser fuertes y con poder para vencer toda angustia y dificultad para salir más que vencedores.

Hoy los invito a que vivamos animados y llenos de júbilo porque el triunfo ha llegado a nuestros corazones. Recordemos que los sufrimientos son enseñanzas que nos regala la vida para mejorar. Si creemos y confiamos en Dios, todo será liviano y lo podremos soportar.

SEÑOR, ESTAMOS HOY NECESITADOS DE TI, NECESITAMOS TU CONSUELO Y TU AMOR, TOMANOS EN TUS MANOS Y LLENANOS DE TRANQUILIDAD Y SERENIDAD.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:10 a.m. | Permalink |


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