miércoles, septiembre 08, 2010
ESTAMOS CELEBRANDO LA PASCUA DE NUESTRO FUNDADOR: PADRE FRANCISCO MARIA DE LA CRUZ JORDÁN

Breve reseña biográfica


Nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil (Alemania). Falleció el 8 de septiembre de 1918 en Tafers (Suiza). Sacerdote, Fundador de la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos), de la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador (Salvatorianas), así como del movimiento de Laicos Salvatorianos (Comunidad internacional del Divino Salvador).

El Padre Francisco María de la Cruz Jordán nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil, cerca de Waldshut, y, al ser bautizado, recibió el nombre de Juan Bautista. Desde la Primera Comunión, que fue acompañada por una experiencia espiritual extraordinaria, experimentó un cambio fundamental en su vida cristiana y fue creciendo en él el deseo de ser sacerdote. Después de varios años de aprendizaje y pasantías como pintor, se decidió definitivamente a seguir el llamado del Señor que ya sentía desde hacía tiempo.

Culminado el bachillerato en Constanza, y debido a sus extraordinarios talentos, comenzó a aprender idiomas. En 1874 inició la carrera de Filosofía y Teología en la Universidad Friburgo, en Brisgovia. En 1877 entró en el Seminario Diocesano de San Pedro y se ordenó sacerdote el 21 de julio de 1878. Su obispo le mandó a Roma para que siguiera con estudios lingüísticos en el Seminario San Apolinar. Se dedicó al estudio de idiomas orientales.

En el verano del 1877, Jordán había tenido todavía como estudiante, una experiencia profunda de Dios. A partir de ese momento sintió también un llamado de oponerse a la creciente pérdida de fe que se estaba manifestando en Europa. En los años siguientes se preguntaba cada vez más, si Dios no lo estaba llamando para que fundara una Sociedad Apostólica.

Después de un viaje que hizo por encargo de Propaganda Fide (Congregación por la Evangelización de los Pueblos), que lo llevó también a Tierra Santa, presentó sus planes al Papa León XIII, de quien recibió la bendición, el 6 de septiembre de 1880. Un año más tarde fundó la Sociedad Apostólica Instructiva. A ella, en un primer grado pertenecerían sobre todo hombres y mujeres que optaban por vivir según los consejos evangélicos. El día de la fundación de la rama masculina es el 8 de diciembre de 1881 y ésta, poco después, se transformó en una comunidad religiosa. Jordán escogió el nombre religioso de: Francisco María de la Cruz, donde refleja sus tres grandes devociones. Al mismo tiempo hizo el intento de fundar la rama femenina con la Hermana Francisca Streitel.

Fallido el intento, poco después lo intentó con la ayuda de Teresa von Wüllenweber, lo cual llegó a feliz término, con lo que el 8 de diciembre de 1888 quedaron fundadas las Salvatorianas. El intento de reunir a académicos, en defensa de la fe, en un segundo grado, no le resultó. Sin embargo, pudo animar y reunir, sobre todo en los espacios de habla alemana, a muchos Laicos a fin de trabajar apostólicamente inspirados por él. Es lo que hoy llamamos la tercera Rama de la Familia Salvatoriana: Los Laicos Salvatorianos. Estos se formaban por medio de la revista “El Misionero”. En 1884 el P. Jordán empezó incluso con la “Liga del Ángel de la Guarda” una institución juvenil y para niños, que también tenía su vehículo de comunicación y formación: la revista “Manna”.

Desde 1890, lleno de ánimo y dejándose guiar por el Espíritu, comenzó a expandir l as dos comunidades religiosas, empezando por Asam (India), después en diversos países Europeos como también en América del Norte y del Sur. Su apostolado personal consistía cobre todo en el acompañamiento espiritual y formación apostólica de los cohermanos jóvenes, así como en la coordinación de la Sociedad. A partir de 1902 se dedicó más y más a consolidar internamente sus fundaciones. En 1915 se vio obligado a mudarse con el Generalato a Suiza, país neutral, a causa la Primera Guerra Mundial. En ese mismo año se celebró el III Capítulo General y, a petición propia, se retiró de la dirección general de la Sociedad, ocupándose de ello el P. Pancracio Pfeiffer (1872 – 1945). El P. Francisco María de la Cruz falleció, después de haber padecido mucho, el 8 de septiembre de 1918 en Tafers, cerca de Friburgo, con fama de santidad. En 1956 se trasladaron sus restos a la Casa Madre de su “Sociedad del Divino Salvador”, Via della Conciliazione, en Roma.

Su tumba no es visitada únicamente por sus hijos e hijas espirituales, sino también por gente de todas partes del mundo, donde trabajan los Salvatorianos y Salvatorianas. Su Santidad Juan Pablo II también visitó la Casa Madre y oró delante de la tumba del Fundador. En el año 2002 se colocaron de manera solemne reliquias de la primera Beata de la Familia Salvatoriana en la capilla del Fundador. Se trata de la Beata María de los Apóstoles (Teresa von Wüllenweber), que junto con el P. Jordán, fundó la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador, mejor conocidas como las Salvatorianas.

Profundamente interpelado e inspirado por la cita del Evangelio según San Juan: “En esto consiste la vida eterna: en conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesús el Mesías”, Jordán experimentaba en sí una inquietud apostólica apasionada. Se sentía llamado, como instrumento de la Divina Providencia, a colaborar en la salvación de todos. Los Salvatorianos y las Salvatorianas deben anunciar a Jesucristo por medio de la palabra y de escritos – “con todos los medios y formas que el amor a Cristo inspire”.

Para llevar a cabo la obra de Dios, Jordán, como persona humilde y consciente de sus limitaciones, se dejaba guiar por una profunda confianza en el Señor y buscaba con sincero corazón cumplir Su voluntad. En toda su sencillez se mostraba siempre dispuesto a aceptar, por el Evangelio, los sacrificios que fueran necesarios. En su pequeñez, Dios se hizo grande. Se caracterizaba por su gran fidelidad a la Iglesia, que amaba como a su propia madre. Su proceso de canonización, que fue iniciado en el 1942, está muy avanzado.

El Padre Jordán nos dejó, como una expresión válida de su espiritualidad, su Diario Espiritual, que inició como estudiante el 1º de julio 1875 y terminó pocos meses antes de regresar a la Casa del Padre eterno. En este Diario encontramos reflexiones, oraciones y comentarios que anota en 14 idiomas distintos. Sobre todo cuando estaba estudiando en el Seminario Diocesano de San Pedro anotaba muchos textos espirituales de ambos milenios cristianos, que le ayudaban a desarrollar su propia espiritualidad. El Diario Espiritual contiene también huellas de sus propias experiencias espirituales, tanto en tiempos difíciles, como también en tiempos de alegría y prosperidad. Da testimonio de una profunda búsqueda espiritual y de una inquietud apostólica ardiente. El Diario Espiritual está traducido en distintos idiomas, entre ellos también en español. El P. Jordán, por medio de su Diario Espiritual y por su vida, es un verdadero guía que nos muestra el camino de entrega apostólica y la búsqueda de la santidad a la que todos los cristianos estamos llamados.

Texto: P. Stephan Horn SDS, Vicepostulador
 
posted by Laureano García Muentes at 8:26 a.m. | Permalink |


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