martes, septiembre 07, 2010
DIOS ES NUESTRA FUERZA PARA VENCER LAS DIFICULTADES

Todos los días, desde nuestro despertar, vivimos enfrentados a muchas realidades. Así, es nuestro escenario diario de vida; convivimos con las alegrías, las emociones, las tristezas, los dolores y muchas cosas más.

Percibimos que en medio de esas realidades, también existen las dificultades; esas que muchas veces, quieren arrebatar nuestras vidas. Por ello, es bueno que hoy entendamos que en medio de nuestra condición humana, se nos hace necesario tener a Dios muy presente para que con su ayuda y su fuerza, podamos vencer toda adversidad.

Miren, cuántas de esas dificultades nos han parecido tan enérgicas, que con sus amenazas, nos sentimos sin sentido y hasta derrotados para siempre? Cuantos nos hemos sentido temerosos y cobardes frente a ellas? Cuantos nos hemos reguardado en fanatismos y siguiendo el ejemplo de amigos, utilizamos talismanes creyendo que con ellos podemos evadirlos?

Si dejamos que Dios actué en nuestros corazones encontraremos las fuerzas y las salidas para evadirlas. Solo basta que tomemos frente a ellas actitudes de valentía y con la ayuda de Él, actuando en nuestros corazones, vamos a fortalecernos tanto, que seremos más que unos valientes guerreros capaces de batallar y pelear frente a toda adversidad, hasta vencerlas.

Hoy ha de ser un día de victoria, el cual podremos vivir con toda pasión, si lo aceptamos plenamente y lo hacemos centro en nuestras vidas. Pidámosle con un corazón abierto que nos haga experimentar su fuerza en nuestro interior y toda la claridad mental para resolver todo, a su voluntad.

Les propongo esta oración: Señor, aquí estoy frente a ti seguro de que a partir de este momento voy a ser nuevo. Sí Señor, me propongo a ser nuevo y estoy seguro que tú vas a comenzar a actuar en mi corazón, me vas a restaurar, sanando mis nuevas y viejas heridas que generan todas las vicisitudes. Te suplico, me regales tu ánimo, porque a partir de ahora estoy dispuesto a sonreír, estar contento y feliz con todo lo que me das. En tu nombre saldré a conquistar mis nuevos días. Tú serás siempre mi Salvador. Amén.

Te aseguro desde ya la victoria, confía plenamente en Dios, Él irá con nosotros al campo de batalla y nos hará salir adelante.

SEÑOR, TE AMAMOS Y CONFIAMOS PLENAMENTE EN TI, LLENANOS DE TUS FUERZAS PARA SER MÁS QUE TRIUNFADORES.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:50 a.m. | Permalink |


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