Dios quiere que seamos felices, que no nos dejemos vencer por las adversidades y que nos salvemos. En estas circunstancias ha de estar cimentada nuestra colaboracion de misioneros del Reino de Dios en mundo.
Y es que nosotros los cristianos necesitamos hacer algo en concreto:
Ayudar a cada instante para que el mundo sea mejor.Nuestro compromiso ha de ser una sumatoria de objetivos claros y urgentes.No podemos cruzarnos de brazos un instante mientras el mundo se deshace en pedazos y cada dia es mas dificil vivir.
Tenemos que adquirir dos conductas: Que nos ayuden a ayudar. Es decir, servir a la gente desde nuestra cotinianidad sin dejar de ser lo que somos, pero aspirando siempre a ser mejores cada dia.
Ello significa que no tenemos que despersonalizarnos, ni hacernos daño, ni vivir como burbujas alejados de la vida normal; antes por el contrario, vivir con la gente y hablar en el mismo lenguaje, comunicar esperanzas y transmitir alegrias en medio de los temores y las frustraciones.
Hemos de estar comprometidos con experiencias sociales concretas, con aquellos que lo necesitan todo, con los pobres y desplazados, gente de carne y hueso, con esos seres que viven junto a nosotros, pero que sufren por la falta de ayuda y de una conciencia humanitaria y solidaria de los que tienen el poder y el dinero.
En segundo plano esta en que debemos procurar encontrarle el sentido a cada situacion desde la experincia que vivimos junto al Señor.
Miren, la vida no se agota aqui ni mucho menos ahora. El ser humano no solo puede encontrar felicidad cuando todo le sale bien, sino que tambien en todas aquellas circunstancias dificiles donde existen las posibilidades de crecimiento y donde nos probemos que hemos sido hechos por Dios de un material resistente y capaces de hacer muchas cosas.
Comprometamonos hoy a vivir una vida abundante y ayudar a muchos a que tambien la vivan.
SEÑOR, TU ERES UNICO, BENDICENOS Y LLENANOS CON TUS GRACIAS Y SABIDURIAS PARA SER SIGNOS DE ABUNDANCIA EN EL MUNDO DE HOY.