sábado, junio 19, 2010
ENCENDAMONOS DEL AMOR DE DIOS Y DEJÉMONOS LIBERAR DE TODO SENTIMIENTO DE ODIO

Estando en una consulta medica encontré en una de las revistas que se disponen en la sala de espera, la siguiente frase: “Quien cree en el perdón encontrará siempre la fuerza de Dios para levantarse y caminar. Nunca estará perdido” Ésta frase me conmocionó y en ella, pude apreciar cuan grande es la acción liberadora y humanizadora, que de manera constante, vamos a encontrar en el perdón de Dios, si vivimos de verdad la experiencia del encuentro con Él.

Que lastima me da pensar que hoy muchos de nosotros hemos suprimido de nuestras vidas, la experiencia del encuentro con Dios y de su perdón. Estoy seguro que si no vivimos profundamente ésta experiencia, corremos fácilmente el riesgo de arruinarnos y quedarnos sin fuerzas para enfrentar cualquier realidad que arrastre sentimientos de resentimientos y de odio.

Ese poder de Dios le fue transmitido a Cristo. Miren, Él revela al Padre que es bueno. Dios surge de entre las oscuridades que vivimos a pesar de todos nuestros errores, sale a nuestro encuentro; y cuando nos halla, se alegra por que es el mejor de los Padres, por que hemos regresado a su casa.

Rápidamente pude meditar sobre aquellos que nos hemos apoltronado y esperado a que la vida se vaya comportando como queremos. Nos hemos acostumbrado a dejarnos llevar por ella y hemos saboreamos esos deseos inciertos y peligrosos, gastando la vida y la salud sin mirar un instante a Dios.

Hoy es Cristo el que nos propone ha que nunca nos quedemos así. Nos pide esfuerzos para salir adelante con decisiones firme. A colocar nuestra vida en sus manos y ha que con disposiciones abiertas esperemos que la vida actué como tiene que ser, en su momento preciso y según su voluntad.

Que bueno sería que hoy tomáramos la decisión de revitalizarnos junto a Él, por medio de su Palabra; y sinceramente nos miremos en lo más profundo de nuestros corazones esas situaciones que tanto dolor nos han causado y aquellas por las cuales estamos heridos y abandonando a Dios. Es ésta una oportunidad. Si no somos capaces de concebirlo y pensamos que todas esas situaciones son difíciles de olvidar y las hacemos centro de nuestras vidas, nunca jamás seremos capaces de encontrar a Dios y perdonar.

¿Cuantas veces hemos sido capaces de sonreír y de ser felices? ¿Seriamos capaces de seguir haciéndolo por el resto de nuestras vidas? Miren, solo basta abrirnos al amor infinito de Dios y dejarlo a Él que nos libere de todo sentimiento de odio y de resentimiento.

SEÑOR, AYUDANOS A RELATIVIZAR TODO LO QUE NOS HAN HECHO, SOBRE TODO AQUELLAS EN LAS QUE NO HEMOS PODIDO PERDONAR, PARA VIVIR EN PAZ Y SER LIBRES.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:05 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>